𝕸𝖆𝖓𝖏𝖎 || Rai es una Omega muy mayor para pensar en enlazarse y tener hijos, el día de su cumpleaños puede que la luna le de su deseo más añorado que resulta ser su alfa destinada.
¿El problema? es muchos años más pequeña que Rai.
"Eres una cac...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día era hermoso, hacía un sol impresionante y era casi perfecto, para todos, excepto para Alondra Michelle, una joven Alfa de dieciocho que estaba cansada de la reuniones de sus padres con amigos para navidad.
— ¿Por qué tenemos que ir siempre para navidad?, ¿no podemos ir a otro lado? — Se quejó mientras se veía en el espejo y acomodaba su corbata, Angie a un lado de ella, bufó.
Llevaba un traje de color lila y un maquillaje suave que hacía contraste con su traje y su cabello azul largo, se veía demasiada hermosa para el bien de cualquier Alfa, se estaba acomodando los botones del traje y se volteo hacía Alondra para ayudarle con la corbata.
— Vamos todas las navidades, Alondra, porque es importante para papá y para la empresa que en un futuro será tuya. — Explicó mientras hacía el nudo, Alondra rodó los ojos.
— ¿Y si no quiero la empresa? — Angie volteo a verla con el ceño fruncido.
— No digas tonterías. — Ordenó. — Ya está, te ves guapa.
Alondra chasqueo los dientes, molesta. Angie solo se volteó caminando a la salida, sus zapatos resonando en el suelo, Alondra suspiró dirigiéndose a su madre, la Omega le sonrió dejando un pequeño beso en la mejilla de su pequeña hija.
Todos subieron al auto de su padre, eran las seis y treinta de la tarde, el evento empezaba a las diez y Alondra estaba harta.
— ¿Al menos puedo beber? — Preguntó.
— Ya tiene edad, pero no queremos que te emborraches, así que no, Michelle. — La bajita se quejó.
— No quiero ir a ese estúpido evento, no puedo beber, ¿que se supone que haga todo el tiempo? — Suspiró
— Conversar con las personas, Alondra. Adquirir experiencia de ellos, dijiste que querías estudiar administración, pues puedes pedir tips, o cosas así. — Alondra se dejó caer en el asiento del auto.
— Nunca dije que quería estudiar eso, ustedes dijeron eso. — Rodó los ojos. — Tengo dieciocho apenas, no sé que quiero hacer por el resto de mi vida.
— No discutiremos sobre esto de nuevo, Alondra. — Pidió su padre, estacionó el auto y salió de él, Alondra abrió la puerta molesta y se dirigió a la entrada, Angie tomó la mano de su madre y la ayudó a bajar.
— Gracias, mi amor. — Angie sonrió.
Los Lopéz entraron al evento, Alondra los observó una última vez para luego perderse entre la multitud y tratar de conseguir ponche al menos, no creía aguantar toda la noche por lo que intentaría escaparse a la mitad del evento, cómo siempre.
Rai suspiró acomodando su vestido en casa de sus padres, Alex estaba acostado en la cama.
— Estás arrugando tu traje. — Rai se quejó. — Por favor, Omar.
