descarado ¡! malec

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Alexander siempre se consideró un hombre honesto, nunca le encontró sentido a las mentiras, especialmente cuando se trataba de decirse la verdad a sí mismo, jamás se permitió mentir. Hacerlo no tenía sentido, desde tu perspectiva desaparece, pero la mentira siempre está ahí, imposible de ignorar. Nunca esperó que su vida cambiaría drásticamente y comenzaría a vivir una llena de mentiras.

El Comandante Fell lo miró con seriedad. -Gracias, Alexander. Sabemos que esto no es sencillo y sentimos que sea de esta manera. Quizá deberías estar celebrando tu libertad, pero estamos en una situación complicada. Antes de comenzar, me gustaría advertirte que las personas con las que vas a tratar no tienen escrúpulos. Son inhumanas, cometen actos imperdonables. Debes estar preparado para cualquier cosa, aunque probablemente hayas visto mucho en prisión. Uno de mis agentes te explicará todos los detalles. Es quien ha mantenido más comunicación con tu hermano y puede ayudarte con cualquier duda. También se encargará de prepararte para entrar al campo. Mucha suerte.

Alexander asintió, intentando asimilar todo lo que estaba ocurriendo. El agente, un joven con una presencia imponente y una mirada aguda, se acercó y le ofreció la mano. -Mi nombre es Raphael Santiago. Sé que esto es abrumador, pero te ayudaré en todo lo que pueda.

A medida que Raphael explicaba la misión, Alexander se dio cuenta de cuán poco conocía realmente a su hermano. Sabía que Alejandro tenía misiones de alto riesgo, que ocultaba cosas, que era crucial en su trabajo. Las medallas en su departamento y las enormes ceremonias en su honor lo demostraban. Pero ahora, al enterarse de absolutamente todo, empezó a cuestionarse si alguna vez conoció a su hermano.

Raphael colocó varias fotografías en la mesa frente a Alexander. -Estas son las personas clave -dijo, señalando cada una -. Los Morgenstern tienen su credulidad en Alejandro. Aquí está Valentine Morgenstern, el líder. Este es Jonathan Morgenstern, su hijo y mano derecha. Y esta -Raphael señaló una fotografía de una mujer de mirada fría- es Clarissa Morgenstern, su hija y la encargada de las operaciones más discretas.

Alexander observó cada rostro, intentando memorizarlos. Raphael continuó: -Alejandro se infiltró en su organización y logró ganarse la confianza de los Morgenstern a costa de convertirse en el enemigo principal de los Bane. Fue un juego arriesgado, pero necesario.

-¿Qué sucede con el joven que Alejandro rescató? El comandante mencionó algo de eso.

-Alejandro rescató a mucha gente.

-Dijo que fue crucial para este trabajo.

-Ya sé de quién hablas. Alejandro estuvo en una misión y termino en una extraña relación con ese sujeto.

-¿Relación?

Raphael hizo una pausa, su expresión se oscureció. -No tengo mucha información sobre eso. Por algunos meses no le dimos importancia, Alejandro jamás se mostró demasiado interesado en alguien, siempre salía con personas y después de semanas estas desaparecían de su vida. Pensamos que solo estaba haciendo su trabajo. Cuando empezó con la misión se descubrió que el joven provenía de una familia importante y como en todas las buenas tradiciones de mierda, lo obligaron a casarse con un sujeto mucho mayor que está involucrado en tráfico de drogas. El agente Lightwood nunca se permitió estar en una relación por más de un mes, no hasta que él jóven apareció. Probablemente hubo algunos indicios de que algo estaba mal con esa situación, pero no nos dimos cuenta de inmediato. Todo indica que en el transcurso de su trabajo, Alejandro se encaprichó. Ni siquiera estoy seguro que tipo de relación tienen. Pero tienen una. Lo último que menciono, es que lo salvaría. No sé de qué o de quién, en especial porque se supone que ya lo había hecho.