La continuación de Los backrooms, debido a todo el apoyo que tuvo la primera parte, quisiera que también fuera así con mis otras historias pero que le voy a hacer, esta secuela no será con los mismos protagonistas de la primera porque su historia ya...
Esa misma noche, en el departamento de la pareja principal, la habitación estaba a oscuras, lo único que iluminaba era la lampara en el escritorio al lado de la cama.
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En ese momento habían terminado de tener sexo en esa misma cama, Chelsea estaba sobre Anthony y ambos estaban exhalando cansados.
Chelsea: al fin te cumplí lo de ayer. (acomodándose más en el pecho de su novio)
Anthony: lo sé (la abraza) ahora que voy a la universidad, ya no estaremos juntos todo el tiempo. (dijo decepcionado)
Chelsea: no te preocupes, podemos usar la videollamada y cuando pueda te visitare de vez en cuando.
Anthony: (sonrie muy feliz) eres la mejor.
Chelsea: y yo te amo. (lo besa en los labios)
El corresponde, se quedan así un rato más hasta que la chica se levanta de la cama para ir por algo de agua no sin antes ponerse algo de ropa sencilla, Anthony se queda ahí en la cama mirando el techo sonriendo mucho por la oportunidad de ir a la universidad y también de tener a la mejor novia del mundo a su lado. Hasta que....
¡AAAaaahhhh....!
Anthony escucha el grito de su novia y se levanta rápido para ir a ayudarla sin importarle que solo estaba en ropa interior, pero cuando llega a la cocina no encuentra a Chelsea por ninguna parte.
Anthony: ¿cariño? ¡¿Chelsea?!
Se pone ropa y se pone a buscarla por todos lados del departamento, pero no encuentra ni un rastro, busca afuera, pero ni una pista de a donde pudo ir, vuelve al departamento y piensa llamar a la policía, pero en ese momento escucha un zumbido, más bien una interferencia, Anthony se acerca hacia la fuente del sonido y ve que venía de un rincón de la habitación, se acerca con precaución mientras el sonido de interferencia se hacía mayor gradualmente, extiende su dedo y cuando toca esa zona en específico.
Anthony: ¡Aaaahhhh....! (desaparece de inmediato)
Dejando el lugar totalmente solitario y en silencio.
En otro lugar de la ciudad estaba la familia de Nia paseando por la ciudad para ir al cine como quería Luis, estaban ella, su hermanito Luis, su padre y su madre que no dejaba de caminar como si estuviera en una pasarela de modas.
Nia: mama ¿podrías dejar de caminar así?
Regina: ay no exageres hija, es por eso que no tienes novio, tienes que ser más provocativa.
Padre de Nia: cariño, déjala en paz.
Regina: tranquilo, solo la aconsejo.
Nia: ¡Agh!
La rubia se cubre las manos con la cara porque estaba harta de la actitud de su madre.
