CAMBIOS FUERTES

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- ¡Os odio!

- Estela, no le hables así a tu padre - me advirtió mamá - Lo hicimos por su bien.

- estáis de coña ¿no?

- Esa boca... - Mama me señaló con el dedo.

- Julia se las busco - Dijo papá con los dientes apretados - Solo le dimos una ayudita.

- ¿Ayudita? Julia estaba mal, para su corta edad estaba mal. Y no la habéis escuchado en ningún momento hasta que ella se...

- Julia ya está bien.

- No sabemos nada de ella, no se si está viva, nose donde esta, nose nada de ella - Me costaba respirar pero necesitaba terminar esto - Iré con ella.

- Es imposible.

- Puedo localizarla - Me dirigí a mi cuarto - Lo conseguiré.

- ¿ Que harás por el mundo? Estela; Aqui tienes éxito - Señaló papá a otro lado - A donde sea que vayas no lo tendrás.

- Sin miedo al éxito.

Julia, mi hermana pequeña, 10 años, pelirroja, ojos verdes, problemas mentales y de ansiedad, ideas suicidias y muy madura para su edad. Ella solía ser graciosa, juguetona y risueña. Le encantaba leer y bailar. Lo típico de una niña de su edad.
Mama y papa solían pelearse todos los días, Julia y yo nos acostumbramos nada más nacer.
Solía encargarme de ponerle cacos con música fuerte o llevarla a mi cuarto a distraerla mientras se gritaban. El día del cumpleaños de Julia, papá y mamá volvieron a discutir, pero esto fue diferente, más fuertes los gritos, Julia se negaba a los cascos o llevarla a mi cuarto para que se distrajera. La dejé sola, me fui para mi cuarto, quizás ella si pero yo no podía aguantar tanta presión. A la media hora o así, Julia entro al cuarto y se fue a su cama, no dijo nada. Desde hay se coprotaba raro, más madura, tensa y no fue lo peor de todo. Cada vez que papá y mamá discutían, Julia cogia un cuchillo o algo afilado y se rajaba el brazo. Hacia que mamá y papá pararan pero le costaba la misma sangre.

Mama y papa se cansaron, nunca sabían porque lo hacía, parecía que lo hacía por parar las peleas pero había algo hay que decía que no era solo por eso . Mamá y papá la llevaron a un centro de menores con problemas mentales, CDMCPM. No se nada mas de ella.

- Estela.

- Sasha.

- ¿ Que te trae por aquí?

- Acepto la propuesta - Hace unos años, Sasha me hizo una propuesta para trabajar en un sitio en New York.

- Perfecto, le dire a Alex que vaya a recogerte - Se escucho un sonido fuerte de papeles revolcándose - Yo estoy con el papeleo y no puedo. Se que no te llevas con Alex, pero es mi amigo de confianza y se que podrá traerte sana y salva.

-¿cuando estaría aquí?

- En.... Una hora.

-De verdad, Sasha, muchísimas gracias suerte que eres mi amiga, no se que haría sin ti - Le agradecí a Sasha y luego colgamos.

Tenía una hora para hacer las maletas. El trabajo no estaba mal y tendría mi propio apartamento y estudios. El único incordio era alex, el primo de Sasha, lo conozco desde pequeño, viven juntos ya que los padres de alex fallecieron a los pocos años de nacer. Se mudaron a New York  y fue un alivio no tener un pesado al lado que me llamara «Tomate» por mi pelo.

Después de una hora, mis padres estaban dormidos, 1 : 00 am. Me escapé de casa y fui donde me dijo Sasha. Después de unos minutos apareció un coche negro delante mía. Salió un chico alto, rubio, ojos grises, elegante y su cuerpo parecía de un Dios griego. Se me quedó la boca abierta al verlo, pero al saber quien era, fruncí el ceño y puse mala cara.

- Alex.

- cubito de hielo - Hizo un gesto con la mano para que entrara al coche.

- Igual te estupido que siempre.

- Igual de pelirroja que siempre.

SIN MIEDO AL ÉXITOWhere stories live. Discover now