•Profesor Hwang• Hyunsung

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Hyunjin se encontraba en su departamento terminando de arreglarse para ir a ver a Jisung, se sentía cansado de todo, había sido el peor cumpleaños de su vida, sólo quería a Jisung a su lado pero era imposible o eso creía él.

Después de unos minutos soltó un suspiro y salió de su departamento rumbo al hospital, Seungmin le había dicho que estaba por irse pero antes quería hablar con él debido a algo que le había comentado el doctor de Jisung.

Minutos después estacionó su auto y salió de ahí para subir por el elevador e ir a la habitación de su amado, caminó por los pasillos hasta que encontró a Seungmin fuera de la habitación de Jisung, se acercó a él.

— Hola, Min. Disculpa la tardanza, había un poco de tráfico.

— Hola, Hyun. No te preocupes. ¿Todo bien en la universidad?

— Algo agotado, pero bien... ¿Cómo está Jisung? ¿Qué te dijo el doctor?

Hyunjin se quedó mirando a Seungmin mientras éste soltaba un suspiro, algo en el interior de Hyunjin comenzó a alterarse, no sabía que pasaba pero ver a Seungmin así, no era buena señal.

— Seungmin. –lo miró un poco asustado. – ¿Qué pasó?

Él vuelve a suspirar. — Ven Hyun, necesitamos hablar, pero no aquí.

Hyunjin confundido y temeroso comenzó a seguir a Min. ¿Él lo estaba llevando a la azotea? ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué Seungmin lo traía aquí? Vio como él antes de abrir la puerta de la azotea, se volteó y lo miró.

— En primera. Quiero que me perdones por no decirte la verdad, pero no me dejaron.... Así que, sólo vive el momento... Y feliz cumpleaños. –sonríe.

Antes de que Hyunjin dijera algo, Min abrió la puerta y lo hizo entrar a la azotea, éste cerró dejando a Hyunjin solo ahí. Éste extrañado comenzó a mirar todo hasta que se encontró con una mesa con dos sillas para dos personas y velas alrededor formando un corazón

Él se quedó mirando todo, empezó a caminar hasta quedar enfrente de aquella mesa, miró todo encima de ella. Tenía algunos pétalos, pero lo que más le llamó la atención fue una pequeña carta encima de la mesa, éste la tomó, ya que tenía su nombre escrito.

“Hola, mi amor. Primero que nada, quiero decirte que te he extrañado demasiado, quiero que me perdones por haberte dejado solo por mucho tiempo. Y otra cosita, feliz cumpleaños mi Hyunnie, espero pasar a tu lado muchos cumpleaños más y estar siempre a tu lado hasta envejecer... Te amo, mi amor ❤️ siempre lo haré, no quiero que nunca lo olvides y que siempre recuerdes que sólo eres y serás tú...”

— Mi Hyunnie... –sonríe.

Hyunjin giró hacia atrás encontrándose con Jisung ahí parado a unos cuantos centímetros de él, en sus manos tenía un pequeño regalo mientras sonreía viendo a Hyunjin, y él sólo está sorprendido, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y no tardaron en resbalar por las mejillas, Jisung se acercó a él y lo miró con una sonrisa, con una mano acarició la mejilla de éste y limpió un poco sus lágrimas.

— Estás... Está aquí. –dice Hyunjin, sin creerlo todavía.

— Si Hyunnie, estoy aquí... –le proporciona una sonrisa.

Hyunjin terminó de acercarse y comenzó a besar sus labios con desesperación y amor, mientras sus lágrimas resbalaban.

Se separaron por falta de aire y se abrazaron con fuerza, Hyunjin se sentía demasiado feliz, tener a su pequeño ahí era algo único para él.

— Por favor... Por favor no me dejes... No vuelvas a dejarme solo...

— Perdoname Hyunnie... No volveré a dejarte, lo prometo.

Se separó un poco del abrazo y ambos se miraron fijamente mientras sonreían, Jisung se acercó a él y besó su nariz, luego ambos ojos, su frente y por último dejó un pequeño beso en los labios de Hyunjin.

— Feliz cumpleaños mi Hyunnie... Te amo. Tomá, no es un regalo muy grande pero espero y te guste.

— Gracias, mi amor. Pero el mejor regalo eres tú... Te amo... Te amo tanto Sunggie, que sin ti no soy nadie.

Sería una noches larga para ambos, necesitaban estar juntos y recuperar el tiempo perdido, así que lo disfrutarían demasiado y lo bueno era que nadie los molestaría esa bella noche.