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Islas Celestes: Templo del tiempo.
A la par que ambos héroes iban corriendo entre el pequeño bosque, quien más ansioso se sentía era Link, sin parar de preguntarse una y otra vez en su cabeza si ____ estaba bien o solo le estaba tomando el pelo. No era dada a bromas, pero sus palabras se sentían tan reales al igual que su impresión. Le costó tanto formar aquellas memorias durante su viaje, como para que todo eso se haya ido sin más, esfumando cual aire. No, le dolía. No quería pensar que así había sucedido.
Tenían de misión buscar a Zelda, era su prioridad, aunque tampoco podía decidir si dar más importancia a la princesa del reino a quien tanto aprecio tiene, o a su prometida que parecía sentirse incómoda estando con él. Porque la amaba, y tener dos preocupaciones empezaba a hacerlo sentir al borde del colapso.
Tuvieron que nadar en lagos y subir escaleras destrozadas, pero eventualmente lograron llegar a su destino. Un enorme templo del cual ____ se preguntaba por qué tenía el mismo nombre que el de la meseta de Albores. Oh, y también aquel archipiélago tenia el nombre “Isla de los Albores”.
Llegados al lugar en cuestión, Link divisó otro aro para poner su mano. Mas al intentarlo, una cruz trazó las puertas. No podían entrar.
━━Interesante.
Ambos se voltearon y se pusieron alerta al escuchar aquella voz. Era un... era difícil de explicar. El espíritu de alguna extraña criatura, con similitudes a un animal, pero antropomórfico. La morena se escondió instintivamente detrás de Link, aunque internamente la situación le era familiar.
Después de todo, no sería la primera vez que sucede algo así. Sólo no lo recuerda... O no del todo.
━━Oh, disculpen, no era mi intención asustarlos así. Me llamo Rauru, soy el dueño original de tu brazo derecho, Link.
Ambos miraron dicho miembro. Eso explicaba el por qué se veía tan... extraño. Aunque no terminaban de entender cómo se suponía que funcionaba. Y aquel brillo verde que casualmente emanaba le daba repelús a ____.
━━Mi brazo debería darte el poder suficiente para poder abrir esa puerta, pero veo que te hace falta un poco más de fuerza ━━Pareció pensar un poco, antes de señalar a la lejanía lo que parecía ser una roca gigante ━━. Intenta explorar los santuarios, quizá con eso la puerta pueda activarse.
Y cuando se dieron la vuelta, él ya había desaparecido. Link meditó un poco la situación, a la par que miraba su nuevo brazo derecho. Aquella excesiva cantidad de aura maligna terminó por destrozar su brazo y casi termina muriendo por lo mismo. Si logró destrozar la espada maestra, hacía falta un poco más de daño para poder consumir su energía vital por completo. Fue casi un milagro que siguiera allí, y también fue una suerte la presencia de aquel tal Rauru, quien le prestó su brazo para poder continuar.
