UNA SEMANA DESPUES
Jay en estos días ha estado viviendo con el Primer Maestro del Spinjitzu y sus hijos. Si le contara esto a sus amigos lo mirarían como si estuviera loco aunque no los culparía hasta el mismo apenas puede creer esto.
- Vamos Wu - dice Jay, mientras esquiva otro golpe del pequeño Wu y Garmadon los observa sentado en el césped - sé que me puedes dar más que eso.
- Si eso quieres - responde el niño con una sonrisa saltando atrás - te sorprenderás.
El pequeño Wu corre hacia Jay y empezó hacer Spinjitzu. Jay sonrió ellos todavía no sabían que él también puede hacerlo. Cuando Wu estuvo a punto a golpear a Jay, el maestro del rayo hizo Spinjitzu haciendo que el niño cayera atrás.
- ¿Cómo supiste hacer Spinjitzu, Blue? - pregunta asombrado Garmadon ¿menciono que mintió sobre su nombre y ahora se llama Blue? Es lo primero que se lo ocurrió cuando le preguntaron - nunca te vimos practicar.
- Secreto - canturrea Jay.
- ¿Por qué siempre actúas misterioso? - pregunta curioso Wu que ahora está sentado a lado de su hermano. Jay iba a decir algo pero apareció el Primer Maestro del Spinjitzu.
- Blue ¿Podríamos hablar? - Pregunto amablemente, Jay asintió y entro adentro con el Primer Maestro del Spinjitzu. Garmadon y Wu se miraron confundidos ¿de que hablaran?
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- ¡Eso debe ser la camioneta de Blake! - grita Skylor y estaciona la moto de Jay.
- ¿Spirit Coves? - pregunta Harumi.
- Este lugar es lo más parecido al primer reino - dice Blake apareciendo de la nada asustando a las chicas.
- ¡Por el Primer Maestro del Spinjitzu no aparezcas de la nada! - le grita enojada Harumi.
- ¿Y Jay? - pregunta Skylor.
- Está en la cueva de los espíritus - responde Blake señalando por donde se había ido Jay.
- ¿Hace cuanto que está ahí dentro? - pregunta Skylor mirando donde señalo Blake.
- Como dos horas más o menos - responde mientras saca algunas bebidas de la camioneta y les ofrece a las niñas.
- ¿Tardará mucho? - pregunta Harumi un poco preocupada, toma la bebida que le dio el hombre y Skylor hace lo mismo.
- Para cada dragón es diferente - responde mirando el cielo - puede tardar días, semanas e incluso meses.
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- Espera… - Jay dijo sorprendido - me alagas, pero no creo que yo pueda…
- Sé que podrás hacerlo - dice el hombre con confianza - veo en ti un gran potencial.
- Pero… - dice Jay un poco indeciso - ¿llevar a los niños?
- Quiero que ellos conozcan un poco sobre los otros reinos - confiesa el Primer Maestro del Spinjitzu - y creo que podrías enseñarles algo en el viaje.
- Está bien - acepta rendido con una sonrisa de lado - espero que los niños reaccionen bien.
No tuvieron que esperar porque afuera se escucha como los hermanos celebran.
- Ahí tienes la respuesta - ambos ríen, el hombre le entrega un bolso grande - aquí te preparé todo lo que necesitarás. Ahora iré a hablar con mis hijos para que preparen sus bolsos - dijo antes de irse.
