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Apenas vi que Hyunjin se hizo a un lado salí corriendo de ese lugar dejándolo solo ahí. No me importo nada, solo salí de ahí para por fin ser libre.
Mientras corría, pensaba en las palabras de Hyunjin.
"Mi madre nunca me quiso".
"Nunca nadie me dio un poco de amor, la señora Shin fue la única que lo hizo".
"Lo único que quería era alguien que me amara".
"Debí ser más valiente y saltar del puente aquella vez".
Lo último le sorprendió bastante, ¿Hyunjin intento suicidarse? ¿Qué lo detuvo de hacerlo? ¿Por qué su madre nunca lo quiso?.
Eran demasiadas preguntas que solo el mismo Hyunjin podía responderle pero ya no podría.
Espera...
Mierda no.
Paro de correr al tener un mal presentimiento, no podía dejar de recordar la última imagen de Hyunjin antes de huir.
Se veía bastante mal.
Incluso sus manos temblaban y varias veces que le iba a dejar la comida noto sangre en sus muñecas.
Sabía que tal vez se iba arrepentir pero ahora no iba a pensar eso. Se devolvió hacia el departamento de Hyunjin rogando que el chico estuviera bien. Ese mal presentimiento que tenía lo estaba asustando, por más que el le haya hecho daño se preocupaba de lo que le pueda pasar, después de todo aún le gusta Hyunjin y ese sentimiento no se iba a ir tan fácilmente independiente qué lo odiara por lo que le hizo.
Al llegar al departamento entro y no se escuchaba ningún ruido por todo el lugar, busco silenciosamente al chico por todos lados hasta que llego al pequeño balcón en donde vio Hyunjin colgado a una cuerda del techo.
No no no.
---¡Hyunjin!.
Corrió hasta el chico tomando su cuerpo para evitar que se siguiera ahorcando, como pudo saco la cuerda de su cuello y al instante su cuerpo cayó encima de él pero lo alcanzo a sujetar antes de que golpera el piso.
---¡Hyunjin por favor despierta! ¡no debiste hacerlo! --- movía su cuerpo pero el chico no respondía ---
Tomo su pulso y comprobó que aun lo tenia pero estaba un poco débil, además noto la sangre nuevamente en las muñecas de Hyunjin. Sin pensarlo quito la polera qué cubría su torso y al verlo sus ojos se cristalizaron.
Sus brazos tenían demasiados cortes, algunos eran resientes y su abdomen también tenia varios cortes qué llegaban hasta su cintura.
Su estómago se revolvió al ver tal escena, no pensó que el pelinegro se hacía daño a si mismo. ¡Por eso la sangre en sus muñecas en varias ocasiones!, se lastimaba así mismo y ahora intento suicidarse por segunda vez.
