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La mujer y el hombre entraron rápidamente a la comisaría, pasando entre las personas sin importar si las empujaban o no. Abrieron la puerta de la sala de interrogaciones encontrándose al oficial a cargo de la investigación junto a su hijo.
---¡Felix! --- gritaron al unísono ---
El menor alzó la mirada y se levantó para abrazar a sus padres soltando lagrimas de alegría al verlos.
---¡Mamá, Papá! --- se abalanzo hacia ellos siendo recibido con mucho amor y alivio ---
---¡Mi bebé!, estábamos tan preocupados por ti --- hablo su padre --- Dime que te hicieron esos imbéciles.
---Al parecer unos hombres secuestraron a su hijo. Son de una banda que se dedica a hacer tráfico de menores --- hablo el oficial ---
---¿Qué? ¿Pero como fue que Felix salio de ahí? --- inquirió la mujer ---
---Ellos...ellos me dejaron ir al ver que no les servía para su propósito. Creo que me durmieron y luego aparecí en un callejón --- explico el pecoso ---
---Callejón en donde te encontramos --- siguió el policía ---
---Exactamente --- afirmo ---
---Bueno, perdonemos oficial pero nosotros nos queremos ir de aquí, ya fue mucho para nuestro hijo --- murmuró un poco apenada ---
---No se preocupe señora Lee, nosotros seguiremos en la investigación para dar con los responsables, hasta eso les mantendré informados.
---Muchas gracias oficial, hasta luego --- se despidieron respetuosamente ---
Los señores Lee se llevaron a su hijo a su hogar ya que notaban que el chico estaba algo decaído por lo sucedido. Claro, lo que no sabían era que estaba fingiendo su semblante, solo estaba preocupado por Hyunjin ya que Minho aun no le daba noticias sobre el.
Pero solo tenía que ser paciente, luego vería la manera de ir a verlo, tenía la excusa perfecta así que no sería gran problema.
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Estaba intranquilo, desde hace muchas horas llevaba en el hospital en un camilla con un montón de cables conectados a su cuerpo. Odiaba los hospitales, la última vez que estuvo en uno fue cuando tenía cinco años.
