Perdí la noción del tiempo, el se fue y yo me quede, me encuentro en la azotea de la escuela, empapada por la lluvia que cae con fuerza sobre mi piel. Cierro los ojos, sintiendo cada gota como si fueran lágrimas que se unen a las mías. El sonido de la lluvia me envuelve, mezclándose con el latido acelerado de mi corazón roto.
Terminar la relación con el amor de mi vida ha sido una decisión difícil, pero necesaria. No puedo seguir sintiéndome atrapada en un amor tan fingido, en una historia que ha perdido su encanto. Me pregunto qué hacer a continuación, hacia dónde dirigir mis pasos en este camino incierto que se abre frente a mí. La estúpida idea que tome días antes en mi arrebato comienza a formarse en mi mente: cambiar de escuela y empezar de cero. Dejar atrás los recuerdos que me persiguen en cada rincón de este lugar, buscar un lugar donde pueda sanar mis heridas y reconstruirme. Tal vez mudarme con mi papá sea la oportunidad que necesito para encontrar esa paz interior que parece haberse desvanecido. Mamá no lo entenderá rápido, pero se que lo hará en parte esto es su culpa.
Entonces, con determinación, me pongo de pie bajo la lluvia, dejando que el agua limpie mi alma de la tristeza y el dolor. Respiro hondo, siento el aire entrar en mis pulmones, y sé que sea cual sea el camino que elija, estaré caminando hacia mi propia felicidad. Es hora de tomar las riendas de mi vida, de escuchar a mi corazón y seguir adelante, confiando en que el futuro tiene preparado algo mejor para mí. (claro el Karasuno)
Después de salir de la azotea empapada por la lluvia y con la mente clara sobre mi decisión de empezar de nuevo en otro lugar, me encamino hacia la dirección de la preparatoria. Mis pasos son firmes, mi determinación inquebrantable. Al llegar a la oficina, recojo mis papeles y me despido de los profesores con un nudo en la garganta y un brillo de esperanza en los ojos. Alguno me miraba raro, totalmente normal nunca había mencionado nada de esto y agreguemos el hecho que en el estado en el que estaba era lamentable.
Cada abrazo de despedida, cada palabra de aliento, me hace sentir más segura de que estoy tomando el camino correcto. Siento un cálido agradecimiento hacia todos los que me han acompañado en esta etapa de mi vida, a pesar de los altibajos y las dificultades. Pero es tiempo de cerrar este capítulo y abrir uno nuevo, lleno de posibilidades y oportunidades. O al menos eso me decía para no pensar que era una maldita cobarde que solo huía del recuerdo de Oikawa.
De regreso a casa, mi madre me espera con maletas listas. Su mirada amorosa y comprensiva que me reconforta estaba ausente, me hace sentir que estoy sola en esta nueva aventura. Juntas cargamos las maletas al coche, y mientras nos alejamos de la casa que alguna vez fue mi hogar, siento un remolino de emociones en mi interior. Esto es lo mejor lo repetía en mi cabeza para hacerme sentirme mejor.
-¿Te despedirás de el? O al menos lo sabe- susurro y yo solo negué con la cabeza, sabía perfectamente de quien hablaba.
Durante todo el camino no hable, dormí por partes, en otras utilice mis audífonos nunca había tenido un problema con ella, no sabía que hacer la cabeza realmente me dolía le di tantas vueltas al asunto como se pudo, no tenía ningún mensaje de Oikawa. En la noche escuché como mi padre y madre discutían, se que tomaría de sorpresa a el, se quejo del poco tiempo de anticipación que le dimos, pero mi madre dijo que todo era un capricho mío y que regresaría llorando a sus brazos.
-Solo espero que no sea una estrategia para que te pida volver, eso caer muy bajo Min- Tan linda como siempre pensé, se acerco y me abrazo- Disfruta la compañía con tu padre, salúdalo de mi parte y cuídate.
La madre amorosa y tierna que conocía no estaba presente, asentí con la cabeza y comencé a bajar mis maletas, traje tantas cosas como pude en la camioneta de mi madre.
-Iré en 15 días por más cosas mamá.
-Claro, siempre y cuando no cambies de opinión – soltó y se volvió a subir al coche para dejar pitado e irse a la casa.
Observe la casa, es mas grande que la de la cuidad, rodeada de un lindo jardín. Mi papá salió, me abrazo y comenzó a cargar todas mis maletas. Claramente no sabia como explicarle la situación, pero por alguna razón me sentía bien al estar con el. Solo lo veía en vacaciones y solíamos salir del país juntos. Nunca había estado en su casa y me sorprendía mucho que tuviera espacio para mi.
-Mira Min este es tu cuarto, lo puedes arreglar a tu gusto. - Era un cuarto de color azul fuerte, con una ventana grande que incluía un balcón, un escritorio, una televisión y el armario. Me quede mirando cada parte del cuarto, era encantador. - ¿Te gusta?
-Me encanta papá- dije mientras lo abraza- Lo siento por venir sin avisar antes, las cosas simplemente sucedieron.
-Tu madre me contó un poco, pero no me importa el motivo Min, el que estés aquí me alegra tanto, vamos a cenar pedí pizza e hice chocolate. – Si el era el papá que recordaba. - Tengo unos contactos en la preparatoria y ya logré inscribirte, te encantara el uniforme mañana iremos a comprarlo junto a todas las cosas que faltan.
-Papá no te preocupes con el uniforme es suficiente, me encanta la idea vamos a cenar.
-También te mostrare el lugar para que lo conozcan, encontré un lugar perfecto para que vayamos a pescar y también podrás correr por ahí.
-Parase que ya pensaste en todo, vayamos a cenar muero de hambre, acomodare todo esto más al rato.- dije mientras señalaba mis maletas, este cuarto era más grande que otro que tenía, bajamos y me guío a la cocina, tuvimos una cena tranquila.
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LA EX NOVIA DE OIKAWA - Haikyuu y tu
FanficMin descubre que Oikawa solo la tenía de novia por lástima y conveniencia, sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Entonces decide que necesitaba un cambio radical en su vida, cambiarse de escuela y empezar de cero en un lugar donde nadie...