-nueve años an pasado desde que el moreno de su esposo a escapado, estan mas feliz que nunca, dejando su dolor de lado ya no sonrio por fuerza sino por gusto, llendo a donde guste con quien guste, deleitando la belleza de los paisajes de su nación, admirables flores y pajaros para dibujar, va sentrado en sierto rosal, que sus flores destacan entre las demás, se parece al aleman-
-Luego en su casa procede a descansar pero es interrumpido por un toque inusual, pyes en esos lados no pasa ni un animal, con algo de nervios a la puerta se ah de asomar, divisando a un hombre su nombre le ah de preguntar- //Buenos días, ¿Que se le ofrece y quien es usted?\\- con franqueza y educasion pues nunca pierde el toque, dando buena impresion, le sonrie un poco y luego espera ansioso la respuesta- //Buenos días joven, su hijo me ah mandado para ayudarle en lo necesario, ademas de eso tambien sere su psicologo, disculpe no avisar pero sin forma de contactar se me fue de la manos a usted llamar\\- aquel aleman de arriba a abajo lo miro, dando un suspiro de la puerta se quito y le dejo pasar sin conflicto alguno, sonriendo amablemente un té le ofrecio, pero aquel recerbado se lo rechazo-
//Gracias por todo, su habitacion ya esta lista, vaya y descanse, yo estare a la vista\\- dijo aquel moreno con una sonrisa para luego irse con algo de prisa, queria hacer unas galletas para su media tarde y un dulce de guallavita, cosinando y cantando felismente estaba el chico, mientras por otro lado aquel psicologo lo vigilaria, pues no era mas ni menos que su ex-esposo, aquel canija, deseaba mas a ese aleman que nada en la vida, asi que seria suyo como fuera, nada lo detendria en ese momento, solo tenia que ser cuidadoso y no dar descontentos\\
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