Mi odioso enemigo!

Mi odioso enemigo. Día 1: Es mi primer día de instituto y ya tengo un enemigo.

Hola mis florecillas!! He estado teniendo problemas con esta historia porque había alguna parte que no se subía, no se porque. Aquí les dejo otra vez la misma historia, corregida y actualizada.

Un saludo, autorachan!🌸🌸🌸🌸

Es mi primer día de instituto desde que me mudé a vivir con mi tía Nerumi y mi abuela Chiyo, en este pequeña ciudad alejado de todo el mundo. En verdad es lugar muy bonito y recuerdo mucho de cuando venía de pequeña a pasar los veranos con mis padres, me lo pasaba muy bien aquí pero... Ahora ya no es lo mismo. No después de que mis padres murieran en un accidente de tráfico hace solo unos meses. Unos meses. Cuando lo pienso todavía me echo a llorar.

- Ocha cielo!! Llegarás... Oh pequeña brujita.- me dice mi tía Nerumi cuando me ve. Enseguida me abraza con fuerza y yo me hundo un poco más en su abrazo.- Lo se, yo también los hecho de menos, y está bien que lo hagas. Ellos te querían mucho.
- Y yo a ellos.- le digo ya un poco más tranquila por no ser la única que los echa de menos.
- Vamos, vamos sonríe. Hoy es tu primer día en el instituto. Estás nerviosa?
- Un poco.- confieso algo avergonzada, si es cierto que soy un poco tímida pero siempre he tenido facilidad para hacer amigos.
- Eso se arregla con un buen peinado, y quien mejor que yo!! Vamos siéntate y te arreglo en un momento.- dice alegremente mientras me arrastra al tocador. Allí veo mi figura. Miro mi cara redonda con mis mejillas sonrojadas y mi pelo castaño más largo de lo que llevo normalmente. Y mis ojos del mismo color aburrido de mi pelo. Podría decir se que soy una básica. No destaco por nada en particular, no tengo unos ojazos azules o verdes, o ni siquiera un cuerpo esbelto a pesar de practicar atletismo, o lo hacía antes del accidente, aunque mi intención es seguir haciendo lo. Mi tía me peina y me arregla el pelo con una cola, por algo es la peluquera de este lugar.
- Lista! Con esto estas más que preciosa. Vas a conquistar a todos los chicos con tu sonrisa.- me asegura guiñando me un ojo a través del espejo.
- Tiaa!!- le grito escandalizada y añadiendo más rojo a mis mejillas.
- Jajajaja! Vamos estás en el último curso del instituto, tienes 18 años, es la mejor época para encontrar el amor.
- Mejor bajamos a desayunar, no te parece?- le digo rápidamente levantando me del asiento, mientras mi tia se ríe de mi.

No es que le tenga miedo al amor pero... Hasta en eso me siento un bicho raro porque nunca he encontrado a alguien que me gustara. Que estuvieran buenos, sí muchos. Pero llegar a conectar con alguien, conocer a esa persona especial. Todavía no lo he hecho. Y tengo curiosidad por saber cómo será ese gran amor que me espera. Sí puede que suene un poco infantil pero yo también quiero encontrar a mi príncipe azul.

Bajamos y luego vamos a la cafetería que está a unos metros de casa. La cafetería es el negocio de la abuela. Abre muy temprano en la mañana para dar de comer a todos los obreros y trabajadores que vienen antes de abrir sus negocios. Asi que a las 6:30 estamos ya desayunando las tres tranquilamente antes de abrir el negocio a las 7:30 de la mañana. Hasta las 9 no empiezan las clases así que cuando acabamos de desayunar ayudo en el negocio hasta media hora antes de empezar, ya que mi medio de transporte es una bicicleta por razones obvias. No quiero acabar como mis padres, aunque la culpa no fue suya sino de un conductor borracho. Pero desde el accidente que me da un poco miedo ir en coche o por lo menos no me subo a un coche si no confío en la persona que conduce.

Dejo la bici aparcada en la entrada de mi nuevo Instituto o simplemente la I.A, como la conocen todos. Al llegar me sorprende no ser la única que utiliza este medio de transporte, varios alumnos más vienen con bicicletas o coches viejos de segunda mano con algún que otro golpe o con cita americana para mantener fijada alguna pieza. Me siento más comoda y relajada en este ambiente tan alegre y disperso y me voy con mi uniforme nuevo a mi nueva clase. Tengo que admitir que cuando vi el uniforme enseguida me enamore de él. Es un conjunto sencillo de falda en beige, camisa blanca y un chaleco de lana en verde oliva y la chaqueta del mismo color y una corbata en rojo.