𝟶𝟻 || 𝚃𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊

46 6 2
                                    

Las frías pero indulgentes gotas de lluvia ocultaban el lamento cristalizado que le nublaban la visión. A pesar del desempeño por ocultar su llanto, su mirada desprotegida revelaba la miseria que arraigada en el alma.
Actos impulsivos, síntomas del mal en su cabeza, lo llevaron hasta aquella reconocible puerta. Un lejano recuerdo ensució aún más su mente atormentada: un mes atrás había escapado de la hospitalidad de Hyunjin hacia ese mismo lugar, tiempo durante el cual no eran cercanos.

—No creí volver a verte hoy. —Se pronunció una voz a sus espaldas.

Felix giró levemente la cabeza por sobre el hombro, notando que Minho se hallaba de pie bajo la lluvia, con su habitual despreocupación. Cargaba una bolsa transparente llena de limones.

—Préstame tu bañera —dijo el pecoso con insistencia.

En momentos como aquellos, donde Felix se arropaba en vulnerabilidad, Minho tendía a ser muy hablador, queriendo alargar la tortura mental del menor.

—¿Tendré que preparar dos tazas de té? —se preguntó Minho a sí mismo, tras haber reparado en la ropa húmeda de Felix, asumiendo que podría resfriarse.

—Solamente necesito un baño, Min.

Un irreconocible brillo iluminó los ojos del mencionado tras haber escuchado aquel diminutivo, mostrando un interés especial.
—Como quieras —se limitó a decir, yendo a abrir la puerta.

Felix se movió en aquella casa como una bala camino a la habitación de su ex-novio, tal como en los viejos tiempos, casi como si aún hubieran fragmentos suyos regados por el lugar.

Cauteloso, Minho estudió cada uno de sus movimientos. Tenía una idea de lo que había sucedido. Para su complacencia, sus planes siempre tenían el éxito deseado. Aun así, ansiaba saber los detalles; mas si hablaba en aquellos momentos, podría acabar ahuyentando a su preciada visita.
El pecoso se quedó inmovil en medio de la habitación. A la vez que encontraba familiaridad, se sentía extrañamente perdido.

—Te prepararé la bañera —avisó Minho. Se sacó la remera humedecida por la lluvia, de una forma un tanto provocativa, luego vistió una cómoda sudadera. Felix desvió la mirada, enfocándose en las baldosas—. Asegúrate de no tardar más del tiempo debido, tengo visitas —aclaró, con un deje de repentino distanciamiento.

A interpretación de Felix, esto sólo significaba una cosa: su presencia no era grata.
Quiso preguntar si esa nueva visita era su reemplazo, mas optó por no provocarlo mas de lo debido.

Una vez Minho dejó todo listo Felix se encerró en el baño. Sus prendas cayeron al suelo, revelando en el reflejo del gran espejo un cuerpo limpio. Limpio porque no lucía golpes, marcas, cicatrices o heridas recientes. Limpio, porque Hyunjin lo trataba con la delicadeza de una flor en peligro de extinción.

Pero para Felix, que no conocía el amor sano, esto no era algo que lo hiciera sentir cómodo.
—No veo tu amor —musitó. Su vista volvió a nublarse—. ¡¿Dónde está tu amor?! —estalló. Aprisionó sus brazos con brusquedad, clavando las uñas en su piel y deslizando con fuerza sus manos, arañando sus brazos—. ¡¿Debo hacerlo por ti?!

«Sanaré tus heridas» el eco de una dulce voz proveniente del fondo de su cabeza hizo que sus acciones se detuvieran de inmediato.

Con la respiración agitada se dirigió a la bañera. Una vez dentro, abrazó sus rodillas.

Pensamientos iban y venían, voces distintas, un contraste claro.
«Mi bonito».
«Bokkie».

“¿Estaban juntos realmente?” pensó, “¿Innie y Hyunjin?... Innie, ¿por qué fuiste falso conmigo? ¡Sabiendo cuánto odio los secretos! ¿Se habrán burlado de mí a mis espaldas?”

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

『𝑩𝒖𝒃𝒃𝒍𝒆𝒈𝒖𝒎 𝑩𝒓𝒂𝒊𝒏 🍒』、Hyunlix AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora