Harry Potter y Draco Malfoy, dos padres solteros que, después de una primera cita a ciegas desastrosa, se encuentran de manera inesperada de nuevo cuando ambos llevan a sus respectivas familias a un resort de safari en África durante las vacaciones...
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El baño era un lugar ruidoso, había mujeres ayudando a sus niños a limpiarse o lavarse, no estaba mal el hecho de que siempre acompañaran a sus hijos, pero creo que hace falta una especie de baño familiar y con esto se podría evitar algunas situaciones incómodas.
Estaba terminando de hacer del número uno y en una llamada al mismo tiempo con la persona que cuida de mis hijos, no podía creer que estaba aquí queriendo que me tragara la tierra en lugar de estar compartiendo el día con mis niños.
—¿Sabes a dónde me trajo? —,dije a la niñera con un tono indignado desde el baño del lugar donde me encontraba ahora mismo en una "cita". —A Hooters...
"No creo que sea tan malo como lo hace sonar, señor Malfoy"
Ella no tenía ni idea de lo que decía, por supuesto, no es como que ella sea la que se está enfrentando en esta reunión incómoda, que de cita no tiene nada. Y es que ella no entendía, este era un lugar aburrido; en su opinión, y el tipo no le miraba para nada.
—Es Hooters, no me gusta, primera cita desde el divorcio y mira donde estoy. Ya olvídalo, mejor dime como están los muchachos.— Hablaba no queriendo decir más sobre la vergonzosa situación, mientras salía del baño hacia el lavamanos se me ocurrió la idea correcta, al menos yo pensaba que era la mejor idea que había tenido en la noche.
"Oh, ellos están..." , Se escuchaban muchas risas de fondo, parecía que los niños estaban felices, no hay un momento en el que se encuentren tristes, quizás si no se piensa en que su padre no está presente, no como debería "...están jugando, señor".
—Okey, perfecto, haremos esto, me llamaras en 10 minutos y le diré a ese hombre que tengo que irme.
Me había iluminado, con un suspiro le conté mi idea, estaba decidido a huir, se escucharon más gritos de fondo en la llamada, debe estar la niñera agotada, mis hijos no son precisamente tímidos.
"¿Puede ser mejor en cinco?" preguntó con un tono cansado, quizás mis hijos son un poco, solo un poco enérgicos.
Termine la llamada después de escucharla, dando un asentimiento recordé que no podía verme; que tonto; y salí del baño hacia la mesa donde me estaba esperando mi cita.
[...]
¿Quién se demora tanto en el baño?, tarda mucho ahí; charlar un poco con el tipo sonaba bien, tal vez una charla no haría mal, no si era una charla normal. No lo veía caminar a la mesa aún, escuchar la música del lugar era algo relajante, estaba acostumbrado a este lugar después de frecuentarlo por muchos años. Las personas son amables, el ambiente no es agotador y no tenias que ser alguien que no eras.
