Hace muchos años, en un mundo donde la magia y la diversidad convivían, se libera una feroz disputa entre dos razas: los furrys y los humanos. Los humanos, con su arrogancia y prejuicios, despreciaban a los furrys por ser diferentes y carecer de la...
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Ruis: *observa el carro con asombro* wow ¿este es tu carro?
Timba: *asiente*
Rius: es muy lindo ^^
Timba: jeje puede conseguir este carro gracias a mi trabajo y a mis diseños de joyas
Rius: *ríe*
Timba: (abre la puerta del carro) entra
Rius: (entra al carro)
Timba: (cierra la puerta y se dirige hacía el otro lado del carro para poder subirse)
Ruis: Vamos dime
Timba: *niega con la cabeza y arranca el carro*
Timba ajustó el retrovisor, sus ojos brillando con malicia mientras miraba a Rius. "¿A dónde vamos? Ah, eso es un secreto, mi querido amigo. Pero te aseguro que será un viaje inolvidable."
Rius arqueó una ceja. "¿Un secreto? Interesante. ¿Y si no quiero ir?"
Timba se encogió de hombros, una sonrisa burlona en sus labios. "Entonces tendrás que saltar del auto en marcha, porque no tengo intención de detenerme."
El motor rugió cuando Timba arrancó el carro. La música llenó el espacio, y Rius se relajó un poco. "¿Chistes, dices?" preguntó, inclinándose hacia la radio.
"Claro." Timba se aclaró la garganta. "¿Por qué el esqueleto no pelea con nadie? Porque no tiene agallas."
Rius soltó una risa sorprendida. "Eso fue terrible."
"Gracias, gracias." Timba hizo una reverencia exagerada. "Estoy aquí toda la semana."
El paisaje pasaba velozmente: campos verdes, montañas a lo lejos. El sol se ocultaba tras las colinas mientras seguían avanzando. Rius miró a Timba. "¿En serio no me dirás a dónde vamos?"
Timba negó con la cabeza. "No hasta que lleguemos."
Finalmente, después de más de una hora, el carro se detuvo. Estaban en un claro rodeado de árboles altos. Timba apagó el motor y miró a Rius. "Bienvenido a nuestro destino secreto."
Ruis: ¿en dónde estamos?
Timba: (se acerca por detrás de Rius y le coloca una venda en los ojos)
