Primera Vez

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DOMINGO.

— ¡Riley! — Se escucho a su mamá gritar desde las escaleras.

— ¿Ehh? — Riley despertó después del llamado de su mamá, algo desorientada.

Empezó a escuchar pisadas subiendo por las escaleras y acercarse a su cuarto — ¿Hija estás despierta? — La señora Jill abrió la puerta del cuarto de Riley.

— ¿Que paso mamá? — Pregunto ella con los ojos entrecerrados.

— Tu papá y yo iremos al supermercado ¿Nos acompañas? —

— Ah... Si claro, en un momento bajo —

— Te esperamos, no tardes —

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En la mente de Riley:

— ¿Quien le dijo que si a mamá? — Un molesto Furia se acercaba a la consola.

— No es para tanto, pasaremos tiempo con ellos — Dijo alegría volteando a mirar a Furia.

— ¡No no, espera! —

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Riley miraría los pantalones que se estaba por poner, los miro con disgusto.

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En la mente de Riley:

— Esos pantalones nos hacen ver ridículos — Dijo Desagrado viendo la pantalla.

— Si lo que digas, pero necesitamos irnos ya — Alegría apresuró a Riley para que terminará de vestirse, lavarse la cara y cepillar sus dientes.

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Ya en el súpermercado Riley manejaría el carrito de compras siguiendo a sus papás, mirando todo y aveces pidiendo cosas que se le antojaban.

— Riley ¿Crees que puedas ir por el aceite? Se me olvidó traerlo —

— Si claro — Riley soltó el carrito y fue directo al pasillo donde estaban todo tipo de aceite de cocina.

— ¿Cuál compra mamá? No recuerdo —

Riley levantaría la cabeza intentando acordarse que aceite compraba la señora Jill. Miro al frente pues algo le llamo su atención.

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En la mente de Riley

— Uh... Alegría ¿Por qué Riley sigue viendo a ese chico? — Dijo desagrado viendo que Riley no paraba de ver a aquel chico.

— ¿De quién hablas? Oh... —

— ¡Es el chico de ayer! !El que nos rego el agua! — Dijo Ansiedad parándose de su silla relajante.

— Nos está ¿Saludando? — Se percató Desagrado

Vergüenza aplastaría unos botones, haciendo que Riley se sonrojara.

— Genial ahora estamos estáticos — Terminaría por decir desagrado yéndose de ahí.

— Solo hay que saludarlo devuelta — Dijo Alegría tocando otro botón, haciendo a Riley saludar con la mano y una sonrisa.

— Ahora sí, busquemos el aceite que quiere mamá —

Vergüenza dejaría de tocar botones y ahora Alegría comenzaría a controlar la consola.

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— Hola... —

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En la mente de Riley:

— ¡Peligro! — Apenas si termino de escucharse ese "Hola" temor ya alejaba a Riley, asustada.

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— Perdón, no quería asustarte — T/N se acercó un poco a Riley.

— Esta bien — Dijo ella riendo nerviosa.

— No esperaba verte tan pronto, Riley —

— Yo tampoco — Riley miro a otro lado — No sabía que comprabas en este mismo supermercado.

— A mi mamá le dijeron que aquí hay productos de calidad y baratos — T/N miro los aceites, tomo uno de la estantería — Este quería ella.

— Yo también estaba buscando aceite — Dijo Riley justo después de que T/N terminará de hablar, tomando uno de diferente marca.

— ¿¡Riley tienes ya el aceite!? — Se escuchó desde el final del pasillo a la señora Jill.

— Me tengo que ir — Dijo Riley con cara de pena ¿Por qué su mamá tenía que gritar?

— Si ya escuché — T/N rió bajo — Nos vemos luego Riley.

— Si adiós — Riley se dió la vuelta y camino de manera apresurada, le avergonzó lo que hizo su mamá.

Riley volteo por última vez llegando al final del pasillo, miro que T/N estaba leyendo la etiqueta del aceite que tomo y caminaba en dirección opuesta a ella.

— Ya tenemos todo lo que anotamos — Dijo el señor Bill quien tenía un papel en su mano.

— Bueno, vámonos — Dijo la señora Jill y Riley volvió a tomar el control del carrito.

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