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Jimin aún no podía creer la increíble mala suerte que tenía.

Alguien seguro le había hecho alguna brujeria(sospechaba de su abuela, esa señora siempre lo miraba raro).

Jamás imaginó que Jeon Jungkook era el promedio más alto de la clase de matemáticas.

El chico pasaría prácticamente desapercibido de no ser porque siempre vestía de negro y era como un ente que oscurecía un rincon al final de la clase.

No es que a Jimin le cayera mal pero la verdad es que no lo conocía de nada y la idea de pasar algunas horas estudiando con él no le parecía nada atractiva.

En fin, iba a tener que sobrevivir la primer tutoría y después ya vería como escabullirse de las demás.

Tenía otras cosas más importantes que pensar en este momento. Como por ejemplo que hacer para que Kim Namjoon se fijara en él.

La primer idea que se le vino a la mente fue escribir una carta de amor y dejársela en el casillero, era algo sencillo pero significativo en estos tiempos en los que todo se vive a través de WhatsApp.

Él sería diferente, la escribiría a la antigua (papel y bolígrafo como en la era de los dinosaurios) y declararía todos sus sentimientos, sentimientos que aún no tenía pero estaba seguro que en algún momento florecerían.

Esas malditas mariposas tenían que estar dormidas en su estómago, solo tenía que despertarlas de un susto y hacerlas revolotear.

Quizas debería googlear alguna plantilla de carta de amor y rellenar los espacios en blanco con sus datos y los de Namjoon, eso funcionaría a la perfección y no le llevaría tanto esfuerzo.

Entre tareas y charlas con sus amigos el día pasó bastante rápido así que Jimin se dirigió a la biblioteca.

Entró y buscó alguna mesa en donde acomodarse, Jungkook no tardaría en llegar.

¿Debería aprovechar el momento y pedir prestado el libro de Orgullo y Prejuicio que Su-ha tantas veces le había recomendado?

— ¡hola Jimin!— escuchó una voz animada acercarse. Momentos después Jeon Jungkook se sentó a su lado y comenzó a sacar un cuaderno.

— Hola— respondió el rubio claramente con mucho menos entusiasmo que el contrario.

— Estuve pensando y creo que lo mejor sería que te ponga algunos ejercicios para ver qué tan atrasado estás y a partir de ahí vemos como seguir.

—ok, me parece bien.

— ¡ok! Intentá hacerlos hasta donde puedas y cuando te trabes me decís y lo resolvemos juntos— explicó tranquilamente.

Jimin no lo imaginaba tan amable, hasta parecía normal y todo.

Jungkook le extendió el cuaderno con tres ejercicios, los cuales Jimin no tardó en ponerse a resolver.

Más rápido terminara de hacerlos más rápido podría irse de allí a googlear ideas para declaraciones de amor de la época antigua.

El pelinegro lo observó atentamente y frunció el rostro al ver como que había resuelto todo sin ningún inconveniente.

— ya— dijo el rubio devolviendole el cuaderno desinteresadamente.

Jungkook revisó y efectivamente todo estaba bien.

— no parece que necesites ayuda en absoluto...

Fue entonces cuando Jimin cayó en cuenta de que al resolver todo bien a la primera estaba dejando al descubierto su mentirita piadosa.

¿Quieres Ser Mi Cliché? 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora