⋇⋆✦⋆⋇ I'll love you for ever ⋇⋆✦⋆⋇ ♡Segunda Temporada♡

♡˖Capitulo 5˖♡

—Tengo que irme de aquí, tengo que irme ahora, no puedo estar más tiempo aquí... — comentaba con desesperación aquel rubio oxigenado que estaba atado, Lemmon y Taki habían salido desde hace tiempo y para su suerte aún no regresaban, no tenía demasiada fuerza para romper las cuerdas que lo ataban, no dormía bien y ni hablemos de cuánto comía, eea muy poco, todo parte del plan de su secuestrador, dejarlo sin fuerzas para evitar que él pueda escapar. — Te odio, en verdad te odio, quiero mi vida de antes... — su desesperación de no poder salir lo hizo llorar, jalaba sus brazos y se estaba lastimando pero no le importaba, lo único que quería era no estar más tiempo en ese sitio.
Perdió la noción del tiempo y ni siquiera sabía que día era, cuánto tiempo llevaba ahí, no tenía muchas respuestas y ahora tenía miedo, de ver cómo aquellos lunáticos se aprovecharon de dos niños quienes estarán haciendo vaya saber que, pero no eran los de siempre, a veces Lemmon los dejaba pasar a la habitación y jugaban un rato con Senpai, era lo único divertido para él en ese lugar, pero ya no más, lloraba por esos pequeños tan alegres, no podía olvidar como gritaron y temía que le hicieran lo mismo.
Minutos o quizás horas pasaban y Senpai no se rendía, forcejeaba lo más que podía, suspiro pesado y no queria rendirse pero aparentemente no tenia otra opción, recostado en aquella cama amarrado de brazos y piernas, era difícil moverse. —Estoy muerto... Él me matara cuando ya no quiera nada de mi... — no sabía que hacer para irse de ahí, escucho una voz extraña, asustado miro a los lados pero no parecía ser de alguien que conociera,

¿O si?

Aquella voz trataba de decirle algo, Senpai entro en pánico pero a la defensiva, quizás volvía a ser aquel limón agrio que solo estaba jugando pesado con él, pero no, esa voz sonaba cada vez más y más, volteaba a ver q todos lados pero no obtenía respuestas, solo más dudas. — ¡¿Quien carajos eres?! — a pesar de tener miedo, quería que esa voz dejara de jugar con su mente. — ¡Muestrate de una maldita buena vez! — no obtuvo respuesta y parecía que esa voz se había callado, suspiro aliviado de que no fuera Lemmon, sin embargo se sentía extraño, un cosquilleo recorrió su cuerpo sintiendo un mal presentimiento.

—¿Quieres escapar..? — aquella voz la entendió perfectamente, era como si le hubieran hablado al oído, pero al voltear no había nadie, volvió a sentir miedo pero no contesto su pregunta, quizás si fingía que no lo escucho no pasaría nada ¿cierto? — ¿Quieres escapar, cierto..? — esa voz estaba repitiendo lo mismo, parecía calmada al principio pero en base a repetirlo parecía molestarse más y más, tal vez porque Senpai lo trataba de ignorar. Sin embargo aquella voz persistía demasiado y le era difícil pensar que solo era producto de su imaginación.

—Solo me estoy volviendo loco y escucho voces... ¡Ja ja! Debe ser eso — está vez hablo como si quisiera ser escuchado, aunque lo negara sentía que alguien más estaba en esa habitación, no podía verlo o tal vez un mero presentimiento, que no estaba equivocado.

—¿Quieres que escapemos? — "¿Escapemos?" ¿Que quería decir con eso? Senpai entendía menos su situación y le asustaba. — Sé que me estás ignorando — vaya que esa voz se dió cuenta de las intenciones del chico.

—¿Quien eres..? ¿Dónde estás..? — pregunto más calmado pero con miedo, no podía ver a nadie en esa habitación y escuchar eso, ya suponía perder la cordura.

—Soy una parte de ti, si quisieras verme lo harías — confundió al joven rubio, no quería ver a quien le hablaba pero tampoco lograba entender lo primero que había dicho. — Deja de pensar que estás loco, somos uno mismo y sé que piensas — eso desconcertó aún más al menor ¿de que carajos habla?

Senpai suspiro cansado, no estaba de humor para bromas tan extrañas y mucho menos viniendo de su cabeza, él no podía verse pero su cuerpo cada vez estaba más rosa, su rostro era la mitad de aquel tono distinto al suyo, cerró sus ojos para relajarse y pensar mejor la manera en la que podía huir antes de perder su oportunidad. Al abrir los ojos había alguien más recostado a su lado, se asustó hasta gritar, la otra persona no parecía reaccionar, tenía un gesto serio pero sereno. — ¿Quién eres? — no quería ser lastimado si lo volvía a preguntar enojado, así que trato de mantener la calma.