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— Han Jisung —

Luego de esa pequeña conversación, el sirvió la comida y yo le dije que estaba todo delicioso. Lo que hizo que su sonrisa engreída se ensanchara y a mi me dieran más ganas de golpear su rostro por idiota...

Pero ahora no podía pensar en nada más que en sus manos, sosteniendo una gaza la cuál contenía alcohol. Me estaba limpiando las heridas y por suerte, ardía mucho menos que la del muslo.

No puedo creer enserio que esta madrugada esté ocurriendo.

Lo hacía tan delicadamente que me quedaba hipnotizado y por suerte se había puesto una camisa porque entonces mi vista no estaría en sus manos o cualquier otra parte. No sabía que era lo que se removia en mi pecho cada que ambos nos mirábamos a los ojos, pero era molesto. Sentía un revoloteo dentro de mí que me hacia temblar y ponerme tan rojo como un tomate. No me gustaba, odiaba sentirme vulnerable a las demás personas porque aprendí que hasta mi propia familia me daría la espalda en algún momento...

— Voy a aplicar la pomada, está fría y te arderá adicionando el alcohol ya untado, hará que el efecto llegue hasta el principio del hematoma y el dolor disminuirá cuando descanses — habló y yo asentí cuando lo vi destapar la pomada.

— ¿Porqué sabes tanto de medicina? — pregunté y el comenzó a untar en mis brazos.

— Mi madre es Ingeniera bioquímica — dijo con una sonrisa y yo lo miré sorprendido.

— ¿Es de donde sacaste el amor por la Ingeniería? —

— Y de mi padre, es Ingeniero Industrial — habló con otra sonrisa y vi el destello de admiración por ambos en sus ojos.

— ...Te envidio — dije en un murmuro y el se detuvo para mirarme con el ceño fruncido.

— Creí que tus padres te lo daban todo aunque fueran unos estafadores... ¿porqué me envidias? —

— Tus padres deben amarte y estar orgullosos de ti aunque seas un idiota realmente, tienes amigos que te adoran, buenas calificaciones y eres popular por tu espontanea manera de ser. — hablé, por primera vez, hablé más de lo que normalmente lo hacía.

— ¿Y eso qué? —

— Te envidio porque yo no tengo eso, me encantaría hablar de mis padres con una sonrisa como tú, me gustaría decir que tengo un grupo de mejores amigos y me encantaría decir que no soy popular solo porque un chico decidió comenzar a llamarme "chico emo", en mi primer año de universidad. — terminé de decir, él me miraba expectante, sin rastro de burla...

Pero algo sonó interrumpiendo lo que fuera a decir, miré a mi lado y vi que era su celular, con el número de una chica según su foto, llamada "Huh Yunjin". Lo miré cuando tomó el teléfono en sus manos y contestó a la llamada poniéndolo en altavoz para seguir untando crema.

¿Guapo? — preguntó con voz chillona y yo hice una mueca.

— Dime —

¿Nos vemos ahora?, acabo de salir de una fiesta y no tengo donde quedarme. — dijo en tono inocente e iba a hacer una mueca pero comencé a sentir ardor y frío en el cuerpo.

La pomada... mierda.

— ¿Está muy lejos?, es por si puedes venir sola estoy... ocupado en algo — habló con una mirada juguetona hacia mí.

Mientras, pasaba la fría crema por los hematomas de los muslos y yo me retorcí ya que el ardor y el frío en todo el cuerpo me estaba pasando factura..

— ~Ahg~ — me mordí el labio fuertemente cuando presionó de más en un hematoma y lo miré enojado.

¿Minho estás con alguien? — habló la chica en llamada y recordé que aún estaba en altavoz.

Cigaretts & Cherries | MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora