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Esa misma noche se celebró una fiesta en la nueva aldea, Siv no estaba segura del todo de la razón para el festejo, pero sabía que los vikingos no necesitaban una buena razón para organizar una fiesta y beber hasta perder la consciencia. Además, estaba feliz por su próximo futuro brillante.
Finalmente, ella estaba consiguiendo lo que siempre deseó. Una familia, estabilidad, amor.
────. ¿Te diviertes? ──── Mether llegó con una borracha sonrisa hasta la peliblanca, que también estaba sonriendo. No había dejado de hacerlo en todo el día ────. Mi hermano me dijo que al fin te dio los planos.
────. ¿Lo sabías?
────. Quería dártelos en Berk, originalmente ──── asintió, bebiendo más de su tarro ────. Los diseñamos juntos, es lindo ver que tu hermano siente cabeza.
────. Sí, lo es ──── estuvo de acuerdo, luego le quitó a la morena su tarro ────. Es por tu propio bien.
────. ¡Vamos, Siv, no seas así!
────. Debes ir a dormir ──── le tocó la frente, buscando con la mirada a Patán ────. Estás algo caliente. ¿Dónde está tu novio?
────. Molestando a Eret por ahí ──── le restó importancia.
────. Ah, sí, ¿por qué crees que odia tanto a Eret?
────. Le tiene envidia, es estúpido, se lo he dicho, pero a Valka le cae muy bien Eret, además envidia su cuerpo, ¿entiendes? El hecho de que Eret sea más musculoso y eso.
────. Pero es su cuñado, debería esforzarse por caerle bien.
────. Patán sabe que Eret no va a hacer que terminemos, si llegamos a terminar será porque yo lo decidí, no porque a Eret no le agrada Patán. Tal vez no debí decírselo.
────. Claro que no, pero ya no puedes cambiar el pasado ──── suspiró, rindiéndose porque ni Eret ni Patán daban señales. Siv había criado a Hipo, se encargó de su hermano y por eso sabía cuando debía encargarse de otras personas, eso no significaba que le gustaba hacerlo. Cuando Hipo creció, se dijo a sí misma que empezaría a preocuparse menos por él, pero ahora que ella y Eret iban más en serio, Mether se volvía como una hermana para ella, y tendría que cuidarla.
