La lluvia azotaba las calles de Nueva Orleans con una furia que coincidía con el tumulto interno de Jack McAllister. Era 1963 y la ciudad aún latía con el eco del jazz y la vitalidad de la cultura afroamericana, pero detrás de esa fachada de alegría y ritmo se ocultaban secretos oscuros que solo los callejones conocían.Jack, un detective privado curtido por un pasado que lo llevo a hacer cosas impensadas, se encontraba esa noche en el Club Blue Note, un santuario para músicos y bohemios por igual. La melodía suave y melancólica de un saxofón se elevaba en el aire denso, cargado de humo de cigarro y el aroma penetrante del whisky. Observaba desde un rincón sombrío, ajeno al encanto de la música, pues había acudido por la promesa de un encuentro que podía cambiar el curso de su existencia.
Su clienta, Evelyn Monroe, una mujer enigmática cuyos labios rojos parecían guardar secretos más oscuros que la noche misma, lo había contratado para encontrar a su esposo desaparecido. Este hombre, un abogado prominente que había explorado los rincones más turbios de la ciudad en busca de emociones prohibidas, había desaparecido sin dejar rastro. Jack sabía que en Nueva Orleans la línea entre el crimen y el deseo era tan delgada como una cuerda de guitarra 09 usado por los músicos de jazz, y esta noche se preparaba para desentrañar dónde se cruzaban ambos.
El Club Blue Note vibraba con una energía cargada de pasión y misterio. Entre la multitud de sombreros y vestidos de seda, Jack sentía los ojos curiosos posándose sobre él mientras se movía con la cautela de un depredador entre la maleza urbana. La ciudad tenía sus propias reglas, sus propios ritmos, y él sabía que debía aprender a bailar con ellas si quería sobrevivir.
En el fondo del club, una figura solitaria se deslizó por la pista de baile, moviéndose al ritmo de la música como una sombra danzante. Era Evelyn, observándolo desde la distancia con una intensidad que cortaba a través del humo y lo atrapaba como un hechizo. Sus ojos, iluminados por las luces tenues del club, prometían historias que Jack sabía que serían peligrosas y adictivas.
Jack se acercó a ella con pasos decididos, su mirada atrapada en la de Evelyn, mientras la música y el murmullo de la multitud creaban una atmósfera de complicidad y seducción.
—Jack —susurró ella, su voz como un suspiro que se perdía en el aire cargado—. Me alegra que hayas venido.
Él asintió con gesto serio, su mente ya trabajando en las sombras de los misterios que rodeaban a Evelyn y a su esposo desaparecido.
—Tengo algunas preguntas más para ti, Evelyn —dijo Jack, su tono ronco mezclándose con el murmullo de la música—. Necesito saber más sobre tu esposo, sobre sus hábitos, sus contactos. Cualquier detalle puede ser útil.
Evelyn sonrió con una mezcla de travesura y vulnerabilidad. Tomó la mano de Jack y lo condujo hacia un rincón más apartado del club, donde las sombras parecían danzar al ritmo de su complicidad.
—Mi esposo, John, era un hombre de gustos refinados —susurró Evelyn, sus labios rozando el oído de Jack, enviando escalofríos por su espina dorsal—. Le gustaba explorar los lugares oscuros de esta ciudad. Los clubes clandestinos, los negocios turbios. Creo que ahí es donde debes buscarlo.
Jack asintió lentamente, sintiendo cómo el calor de la cercanía con Evelyn lo envolvía como un abrazo invisible. La atracción entre ellos se volvía palpable, mezclándose con el aroma de la noche y el susurro del saxofón que llenaba cada rincón del club.
—¿Y tú, Evelyn? —preguntó Jack, su voz ahora un murmullo áspero—. ¿Qué papel juegas en todo esto? Sé que hay más de lo que estás diciendo.
Evelyn se apartó un poco, sus ojos claros buscando los de Jack con intensidad, como si estuviera evaluando hasta dónde podía llevarlo.
—Yo... yo quería que él desapareciera, Jack. Pero no así. No de esta manera. Necesito saber qué le pasó. Y necesito que me ayudes a encontrar respuestas.
El corazón de Jack dio un vuelco. La confesión de Evelyn añadía una capa más de intriga y peligro a la noche. Mientras la lluvia seguía golpeando las ventanas del club y el jazz continuaba llenando el espacio entre ellos con sus notas melancólicas, Jack supo que no podría resistirse mucho más tiempo a los secretos que Evelyn guardaba. Esta noche, en el Club Blue Note, estaba destinado a desentrañar más que solo la desaparición de un hombre.
Mientras avanzaba la noche y el saxofonista cambiaba notas que parecían susurrar secretos ancestrales, Jack McAllister se adentró más en el laberinto de intrigas y traiciones que tejía la ciudad. Sabía que la verdad detrás de la desaparición del esposo de Evelyn podría llevarlo por caminos peligrosos, donde las lealtades eran frágiles y las alianzas se formaban y rompían como el humo que se disipaba en la brisa del Mississippi.
Al cerrar los ojos brevemente para concentrarse, Jack se recordó a sí mismo que en los callejones sombríos de Nueva Orleans, las historias de amor y crimen no eran simples melodías, sino complicadas sinfonías que resonaban con el latido de la ciudad misma. Esta noche, en el Club Blue Note, empezaría a desentrañar esas armonías discordantes en su búsqueda de la verdad.
Y así, mientras la lluvia continuaba golpeando las ventanas del club y el saxofón gemía en respuesta, Jack McAllister se preparó para enfrentar los secretos que esperaban en las sombras del jazz, donde cada nota era un susurro y cada silencio, una pregunta sin respuesta.
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Sombras en el jazz
Mystery / ThrillerSinopsis En "Sombras en el Jazz", Jack McAllister, un detective privado con un pasado turbulento, se adentra en el submundo del jazz y los secretos oscuros de Nueva Orleans en 1963. La historia comienza en el mítico Club Blue Note, donde Jack se en...