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(Nombre) se encontraba cara a cara con Hinata Shōyō, su ex pareja y mejor amigo. Después de que la chica se fuera del país sin decir nada –cortando toda relación que tenía con él– ella no tenía el valor de verlo a los ojos, en realidad no quería hacer eso ni irse del país, pero no tenía opción. Pero un día dejó su cobardía a un lado y reunió el valor para ir a verlo. Compró un boleto a Japón y fui a visitarlo. Y ahora estaban cara a cara, sin saber qué decir.
—Lo- lo siento por haberme ido decírtelo antes —la oji (c/o) realizó una pausa—, creo que tenias que ser el primero en saberlo, saber que me iba a ir.
—Tienes razón —le respondió con una voz suave, en la cual no se notaba ningún rencor.
—La verdad es que no quería cortar contigo, pero no tenía opción —decía cabizbaja.
—Te entiendo, no te preocupes. Después de 3 años volviste, la verdad, al menos en la edad que teníamos en ese entonces no creo que pudiéramos mantener una relación así, a distancia —explicó el pelinaranja.
—Antes que mi pareja, eras mi mejor amigo y aun así me separé de ti —la chica se rompía poco a poco.
—(Nombre) no tienes que culparte de eso, ya pasó, ahora todo está bien —se acercó lentamente a ella para tratar de abrazar.
—Desde que me dijeron lo que te pasó no puedo evitar cada noche pensar en que hubiera pasado si en ese momento yo hubiera estado contigo —se desplomó en el sueño, cayendo de rodillas y rompiendo en llanto.
—Pero ahora lo estás. A pesar de eso viniste hoy a verme —le dio un abrazo a su amiga tratando de consolarla. La contraria sintió que un escalofrío recorrió todo su cuerpo.
—Todas las cosas que prometimos, las cosas que soñamos, espero que algún día podamos cumplirlas.
—Bueno —soltó una pequeña risa nerviosa—, no creo que yo pueda, pero estoy seguro que tu lo lograras. Ahora que me viniste a ver ya podré estar contigo el resto de tu vida. O solo que no quieras tenerme cerca.
—Espero que el día que me vaya de este mundo pueda volver a encontrarte y volver a escuchar esa linda voz que me llenaba de alegría mis días —la chica seguía en el suelo, tratando de limpiar sus lágrimas las cuales no podía evitar derramar.
Hinata Shōyō falleció hace 3 años. A pocos meses de que (Nombre) se fuera del país, el chico sufrió un accidente automovilístico, dejando destrozados a varios de sus compañeros y familiares, pero en especial a (Nombre). Cuando le dieron la noticia pensaba que se trataba de una broma de muy mal gusto, pero cuando le llamó la madre de Shōyō las cosas cambiaron por completo.
La chica no tenía el valor de ir a visitarlo, al parecer con la última persona con la que había hablado fue con ella ya que Shōyō después de la partida de (Nombre) se negaba a hablar con alguien; estaba hundido en su podría depresión.
(Nombre) se sentía culpable de ello.
—No me merecía que la última persona con la que hablara fuera yo —hablo la peli (c/c) con la voz entrecortada.
Un día después de su cumpleaños del pelinaranja fue que se animó a visitarlo. Todavía se sentía culpable, pero no podía pasar otro cumpleaños sin haberlo visitado porque él no hubiera querido eso. No hubiera querido que ella cargara esa supuesta culpa que la atormenta.
Un recuerdo volvió a la mente de la chica.
—Me gustaría pasar contigo todos los días después de mi cumpleaños —le comento Shōyō mientras este se recargaba en el hombro de su novia.
—¿No querías decir todos tus cumpleaños? —respondió confundida.
—Bueno, también —rio—. Pero cuando es tu cumpleaños todos están ahí, hay algunos que ni siquiera saben de tu existencia, pero están ahí, felicitándote. Pero al día siguiente parece que te volvieron a olvidar y ya no te hablan —explico.
—No entendí nada —le dijo confundida, fiando su mirada hacia el cielo.
—¡Lo sé, creo que ni yo me entendí! —se despegó del hombro de la chica, se rasco la nuca nervioso para después voltear a ver a la chica—. Pero si quiero que estés conmigo después de mi cumpleaños.
—Lo estaré, lo prometo —prometió volteándolo a ver a los ojos.
Aunque al final no pudo cumplir del todo su promesa. Fueron 2 años en los que no pudo estar con él. No lo había visto desde que se vieron por última vez en el parque, cuando la chica le dijo que se iba del país. Cuando fue el funeral de Shōyō la chica no quería regresar porque no estaba preparada para verlo así y sabía que quedaría destrozada, aún más de lo que ya estaba. Se animó después de tanto tiempo porque ya lo extrañaba y algo dentro de ella le decía que donde sea que ella esté, él estará a su lado también.
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