Jungkook cuelga mientras sus hombres los llevan al avión privado. Varias motos vienen tras ellos, custodiando la zona. Todo su equipo está enfocado en sacarlos del lugar. Sicarios los siguen, mientras Jungkook trata de acomodar a su esposo. Se acerca para cubrirlo, siendo rechazado por él. Jimin no quiere que lo toque.
—Déjame... ya es hora de que me dejes ir —le dice muy destrozado.
—Sabes que esa no es una opción.
—¡Hijo de puta! ¡Hubiera preferido morir yo! Solo déjame vivir. ¡Puto infierno de mierda en el que me has metido! ¡Te odio, te odio, Jeon Jungkook! —lo golpea, y es como si todo hubiera comenzado de nuevo. Jungkook lo toma en sus brazos y puede sentir su dolor. Está deshecho, y siente que hay algo más que lo afecta. Lo toma con fuerza, le acomoda el traje de baño, le coloca la bata y lo baja del coche. Todos sus hombres llegan y custodian la zona.
Nam y Daniel llegan, bajando las cosas. Jungkook trata de controlar a la fiera de su esposo, que se niega a subir al avión. Unos hombres extraños llegan a la propiedad. Hombres de Jungkook suben al avión para pilotarlo, mientras él lucha contra Jimin, que se niega a subir.
—¡Para, para ya con un demonio!
—¡No me da la gana, hijo de puta! ¡Ve a follarte a Lisa! ¡Con ella estabas cuando a tu esposo casi lo violan! —le dice tan enojado, pegándole en el pecho. Jungkook lo toma de las caderas y lo sube en el avión a la fuerza. Lo deja sobre el sofá, y Jimin le da una fuerte cachetada una y otra vez, haciendo que Jungkook se enfurezca y lo tome de la mandíbula con fuerza.
—¡Que te calmes con un demonio! Tú decides: te calmas o te amarro, pero tú vienes conmigo. ¿Te queda claro?
Ata a su esposo. Baja para hablar con Nam.
—Llama a los internos, que se vean en el lugar de encuentro. Activa la alerta roja y todos los dispositivos e intercomunicadores, cámbialos. Duplica la seguridad en la casa de mi familia y refuerza a los hombres. Te veré con Daniel en una semana. Llama a todos y limpia mi puta casa. Al volver, me iré a la finca. Llámame cuando todo esté listo.
—Como ordene, señor. Solo cuídate, hijo.
—Nam, yo siempre me cuido.
—¿Lo llevarás a la casa grande, no es así?
—Así es. Vigila de cerca a mi familia. Cualquier movimiento extraño, házmelo saber.
—Como ordenes.
Jungkook sube al avión y le entrega las coordenadas al piloto a cargo. También anota a su esposo, que llora mientras tiene una mordaza. Las piernas se cierran y él se acerca a él. Limpia sus lágrimas, le suelta la mordaza y Jimin lo mira mientras Jungkook le acaricia la mejilla.
—Lo que dijiste allá afuera, podemos hablarlo cuando quieras. Pero debes saber que no me acosté con ella. Lamento lo que pasó, y si te hubiera pasado algo, haría que el mundo ardiera. Jimin, te necesito conmigo. Por favor, perdóname por no haber estado para ayudarte. No estaba con ella.
Están muy cerca, y Jimin aún llora. Jungkook intenta besarlo, pero él voltea la cara, dejando en evidencia el golpe en la mejilla y los chupones que Jefry le hizo.
—No quiero que me toques en tu puta vida —dice Jimin, y Jungkook tiene una mezcla de emociones en su pecho. Se aleja, sentándose frente a Jimin, quien se coloca el cinturón. El avión despega. En pocas horas estarán en la casa grande y quizá todo empiece de nuevo.
Jimin no sabe confiar. ¿Y cómo hacerlo, si su padre lo llenó de mentiras y los abandonó cuando más lo necesitaban? Sus relaciones están basadas en engaños. La culpa lo consume, impidiendo que piense. Van en silencio, una mirada que otra, y la piel de Jimin se va tornando rosa por el amarre. Están a más de 45 minutos del lugar. Todo lo que se ve es mar, nada más que mar.
Jungkook se levanta y empieza a soltar los amarres de su pierna. Lo encienden al verle la zona, haciéndolo jadear.
—¿Qué haces? —dice sin aliento al sentirlo.
—Te calmo el dolor —dice, pasando sus manos por detrás de la nuca. Está atado, sin poder moverse, expuesto a su esposo que lo domina. Mientras lo suelta de los muslos, lo tiene viajando en el placer al besarlo desde su abdomen hasta sus pezones. Trata de moverse, y Jungkook le abre de piernas. Luce hermoso, sonrojado, con ese traje y los tenis. Mientras está amarrado, lo enciende. Le mete la mano en su hombría, mientras le muerde los pezones, jugando con él y su falo palpitante de placer. Lo tiene inmóvil y dispuesto.
A pesar de que aún se resiste, él logra controlarlo. Lo hace arquear la espalda con intensidad, mientras lo mira a los ojos. Sus pezones y su falo están bajo completo control de Jungkook. Mientras su ropa está corrida, cierra la cortina y se acomoda, disfrutando de él.
Lo hace gemir sin control, y lo calla con sus besos. Jimin aprieta las piernas, y Jungkook se las abre más, mucho más. Saca su miembro erecto para que él lo sienta, palpitante de deseo por él. Lo frota en su miembro, está húmedo, haciéndolo tener su orgasmo.
—Mi amor... despacio, por favor. Aún soy virgen.
Aunque Jungkook lo sabía, le sorprende confirmarlo. Y es que es una dicha ante sus ojos. Sin duda, al hacerlo suyo, será así para siempre: suyo.
—¿Quieres más?
Jimin asiente, deseando más del placer que él le da.
—Entonces te daré más. Quédate así... quiero sentirte...

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UN ESPOSO PARA UN MAFIOSO--- CORRIGIENDO....
AcakJeon jungkook, es el hijo menor de Francisco Jeon Bernaldi, el jefe de la mafia italiana, joven de 26 años hombre imponente y frío, un hombre calculador tan cruel como su padre, ha luchado contra sus hermanos toda su vida para obtener el lugar que...