𝗎́𝗇𝗂𝖼𝗈 ★

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Alfa y omega estaban plácidamente dormidos en la habitación del segundo mencionado.

Ambos pasaban la mayoría del tiempo juntos pues les gustaba sentir el calor de su pareja al igual que amaban aspirar sus olores, ShoTa olía a fresas frescas y dulce de leche mientras que KeeHo desprendía un delicioso olor a chocolate amargo y vino.

ShoTa se desperto con pesadez y lo primero que alcanzó a ver fueron los brazos de su alfa quien lo abrazaba de su cintura, sonrió las caricias inconscientes que este le daba en su cuello con su nariz.

¿Era idea de él o esa mañana estaba haciendo mucho calor?

Estaba despierto, pero no tenía ánimos de dejar la cama o de siquiera moverse, estar con KeeHo se sentía bien, se sentía cálido y agradable. Un tirón en su espalda baja lo alertó y en cuestión de segundos el calor de su cuerpo fue subiendo ¿Estaba en celo? No podía ser, faltaba una semana para eso.

—Kee...—Llamó el omega al sentir que el agarre de su cintura tomaba más firmeza. KeeHo, sin abrir los ojos, comenzó a restregar su entrepierna con el trasero del omega al sentir el delicioso olor que su cuello desprendía.

Un pequeño jadeo lo hizo abrir sus ojos y se encontró con ShoTa con las piernas juntas y las rodillas flexionadas, los ojos fuertemente cerrados y con una mano en su boca tratando de calmar sus impulsos de decirle al alfa que lo tome.

—Tannie.—Habló el alfa en un tono grave, haciendo que el omega comience a lubricar.—ShoTa—Volvió a decir sintiendose mareado por el intenso olor que el omega desprendía.

—Se... se adelantó.—Con su indice apuntó a un calendario que yacía pegado en la pared, en este se podría apreciar un día especial encerrado con un marcador rojo. KeeHo entró en pánico al instante y se enderezó en la cama.

—¿Tienes supresores?—Preguntó lo más calmado que pudo pero lastimosamente su calma se fue al ver al omega negar la cabeza.—Bien, tranquilo, iré a comprar algunos y luego podrás descansar.

KeeHo sabía que ShoTa era un tanto especial al hablar de su celo y lo comprendía, le daría su espacio aunque su lobo este aullando por tomar al bonito omega que se revolcaba entre las sábanas.

El mayor recogió sus cosas con algo de prisa, sabía que no podía resistir más tiempo ahí junto a ShoTa jadeando y su olor expandiendose con el paso del tiempo, estuvo a punto de tomar la perilla cuando escuchó la aguda voz del omega.

—Alfa~—El lobo de ShoTa lo había controlado ya, debía irse cuanto antes.—A-Alfa~-Volvió a gemir acabando con la poca cordura de KeeHo.

El alfa respiró profundo aunque después creyó que no había sido una buena idea ya que llenó sus pulmones del embriagante olor a fresas y dulce de leche. No sabía en que momento había pasado pero ya se encontraba encima del cuerpo del omega, besando sus labios con rudeza.

El omega hizo un quejido al ver como KeeHo se alejaba de sus labios.—Tannie-ShoTa, debo irme.—Formuló con la respiración agitada. No era fácil separarse de su pareja en celo ya que, si no lo hacía con el mayor cuidado el omega podría creer que estaba siendo rechazado y eso es lo último que KeeHo quería que ShoTa crea.

—Quédate, por favor, Alfa—Rogó
acercando el rostro del rubio a su
cuello y más rápido de lo que KeeHo pensó, la cordura se estaba yendo.

—ShoTa—Su voz se volvió unos
tonos más graves y el olor del omega
se intensificó, estaba jodido, no saldría de esa habitación por un largo rato. Finalmente decidió ceder a los intentos del omega en celo por hacerlo quedarse.

Tomó fuertemente las caderas del
castaño y hundió aún más su nariz
en el blanquecino cuello del omega
dejando que su alfa tome el control
total de su cuerpo

❥︎ 𝗣𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝗼𝗻𝘀 | 𝖪𝖾𝖾𝖲𝗈𝗎𝗅 ★ఌ︎༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora