7. ¡Quememos Todo Hijos De P...!

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El inicio de Octubre comienza y ya van a cumplirse diez meses de todo lo que ha tenido que pasar. Se siente mejor de lo que creyó, a comparación con los primeros días lo puede afirmar. Ya no piensa mucho en Adam o algo relacionado con lo sucedido; hay veces en las que escucha música en su parlante (obvio que a un bajo volumen) pero ya no le duelen tanto, solo le da una pequeña sensación de pérdida y piensa que es normal.

Y si, hay momentos en los que no piensa en él y disfruta mucho de lo poco que hace. Pero ahora. Ese no es el caso. Lucifer no piensa en Adam (y es un milagro), él solo puede pensar en cierto hombre de mirada gentil y sonrisa linda (esta considerando en cambiar el nombre que le puso en sus contactos), Alastor se está volviendo su tema de frustración ahora.

¡¡Quiero morirme!! Dios apiádate de mi… ilumíname o elimíname ¡¡¡Pero haz algo YAAAA!!!

Lucifer abre los ojos; ve el techo, eso parece más interesante, también una mancha rara ahí ¿Por qué está ahí?. Todo en el techo es más interesante que volver a recordar lo que paso hace un mes.

—Aghh, Mierda— grita frustrado y patalea las mantas de forma brusca, el calor le molesta, más cuando sus pensamientos parecen una bomba de tiempo apuntó de explotar.

Solo hacia falta un encendedor, y que mejor encendedor qué Alastor.

Patalea más fuerte y se da vueltas en su propio lugar, agarra fuerte sus cabellos rubios y tal vez arranca unos pocos. Todo ante la atenta mirada del felino qué está a la entrada de la habitación. A veces los humanos son complicados.

Lucifer es complicado o eso piensa él.

Todo ahora es complicado y odia que lo sea, por que las cosas complicadas siempre empeoran. Por eso y más Lucifer siempre ignora las cosas complicadas, pero ignorar lo que paso y su propio sentir no es fácil y es complicado. ¿Cuántas veces repitió la palabra “complicado”?. Muchas.

Lulú maúlla, tiene hambre y no va a tolerar que su esclavo siga en sus conflictos internos. Suficiente con que aquel día lo haya llevado tan bruto y apartado del gato rojizo y feo pero a la vez lindo. Él nunca ha sido problemático y mucho menos agresivo pero lo considera si el humano no le da algo de comer.

Mientras tanto, Lucifer se cubre el rostro con el brazo derecho, esta más tranquilo que antes; el maullido de su pequeño lo hace reaccionar. ¿Qué hora es?

Lucifer se destapa y ve el reloj en su mesita de noche, marca las 9:04am y esta consiente que su pequeño debe tener demasiada hambre; no por nada su estómago también ruge pidiendo comida. Es un tonto, se descuido mucho. El rubio no pierde  tiempo y se levanta de un brinco, tiene el cabello despeinado y unas marcadas ojeras debajo de sus ojos azules, esta cansado y le duele la cabeza, trasnocharse  había sido mala idea.

Bueno tampoco es tanto su culpa, su lectura había sido demasiado interesante como para dejarlo a la mitad. ¡Necesitaba saber que pasaba!

Es otro maullido de Lulú qué lo espabila, se coloca las zapatilla en forma de patito y se dirige a la cocina, Lulú parece un poco más tranquilo y sigue al rubio hasta la cocina, el humano parece demasiado lento y sus constantes maullidos parecen apresurarlo, al parecer se olvido de comprar sus croquetas y ahora tiene que prepararle algo. ¿Debería escapar con el gato de mirada perdida?. Ese gato era raro, pero también lindo.

El pequeño gato blanco emite un maullido suave junto con un ronroneo cuando su esclavo coloca su plato ya tibio en el suelo permitiéndole comer al fin.

Lucifer también se siente bien cuando por fin prueba un bocado después de 30 minutos preparándose algo bajo la presión de su gatito. Y ahora se siente de la verga.

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⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

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