CAP. 2 INVITACION

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La biblioteca estaba silenciosa, sus estantes repletos de libros organizados meticulosamente. Kennedy, con su expresión de seriedad habitual, trabajaba en la tarea de colocar los libros recién devueltos. Su rostro reflejaba una mezcla de concentración y desdén, y su cabello desordenado indicaba que no se había preocupado mucho por su apariencia esa mañana.

Kennedy ajustó un libro en el estante, murmurando para sí mismo con una pizca de frustración. La rutina diaria de mantener el orden en la biblioteca era su única constante, y cualquier pequeño desliz le molestaba.

De repente, un estrépito rompió el silencio. Kennedy levantó la vista para ver a un joven intentando recuperar un libro que había caído al suelo. Robert, con una sonrisa nerviosa y una evidente torpeza, se agachó para recoger el libro, mientras trataba de evitar que los demás volúmenes cayeran también.

**Robert** (sonriendo y un poco avergonzado): -Disculpa,Kennedy es que estaba buscando un libro sobre cómo superar la torpeza, por que el perro del vecino lo rompio...

Kennedy, con una mezcla de sorpresa y paciencia, se acercó a Robert. Aunque su expresión era seria, sus ojos mostraban un atisbo de curiosidad ante la situación.

Kennedy (con tono serio, pero con un toque de amabilidad): -¿Un libro sobre torpeza? Eso es... inusual. ¿Estás buscando algo en particular en esa área?

Robert (mirando a Kennedy con una mezcla de nerviosismo y esperanza): - La verdad es que me siento un poco torpe últimamente y pensé que un libro de autoayuda podría ofrecerme algunas pistas. ¿Podrías ayudarme a encontrarlo?

Kennedy, aunque no del todo convencido, asintió con una leve sonrisa. Se dirigió hacia la sección de autoayuda, señalando el estante donde podrían encontrarse los libros que Robert buscaba.

Kennedy (señalando la sección de libros): -Aquí está la sección. Los libros sobre torpeza suelen estar en autoayuda. Este podría ser el lugar que buscas.

Robert (agradecido y mirando alrededor con curiosidad): -Gracias, Kennedy. No estoy muy familiarizado con la biblioteca y esto me ayuda mucho.

Mientras Robert buscaba entre los libros, Kennedy lo observaba con una mezcla de curiosidad y escepticismo. Notó que Robert parecía algo desorientado, pero también genuinamente interesado en encontrar el libro adecuado.

Robert (mirando los libros y hablando mientras hojea): -Nunca he entendido mucho de cómo funcionan estas cosas. Parece que siempre me meto en problemas por mi torpeza.

Kennedy, aún manteniendo su seriedad, no pudo evitar sentir una pequeña chispa de diversión al ver la frustración de Robert. La situación era, de alguna manera, refrescante en medio de su rutina habitual.

Kennedy (con un toque de diversión en la voz): -Sí, a veces esos libros pueden ser más filosóficos que prácticos. Pero quién sabe, tal vez encuentres algo útil.

Robert (sonriendo con gratitud): -Espero que sí. Gracias por tu ayuda, Kennedy. De hecho, si no tienes planes después, me gustaría invitarte a un café. Podríamos charlar un poco más.

Kennedy, sorprendido por la invitación, lo miró por un momento. Aunque su expresión seguía siendo seria, un atisbo de curiosidad cruzó su rostro.

Kennedy (pensativo y con un leve asentimiento): -¿Un café? No suelo salir mucho de la biblioteca, pero... supongo que podría considerar la invitación.

Robert (entusiasmado y aliviado): -¡Genial! El café cerca abre a las 10. Si te animas, me encantaría que vinieras.

Kennedy, con una ligera sonrisa que apenas se notaba, asintió lentamente.

Kennedy (asintiendo lentamente): -Está bien, Robert. Nos vemos allí entonces.

Robert (sonriendo con gratitud): -Perfecto, ¡hasta luego!

Kennedy (volviendo a sus libros con una leve sonrisa): -Hasta luego.

Mientras Robert se alejaba, Kennedy observó cómo se dirigía hacia la salida con una sonrisa en el rostro. Aunque no estaba acostumbrado a interacciones sociales de este tipo, había algo en la actitud genuina de Robert que captó su interés.

Kennedy se volvió para continuar con su trabajo, pero no podía evitar pensar en la invitación de Robert. Aunque era reacio a cambiar su rutina, la idea de salir un poco de su zona de confort comenzó a parecerle más atractiva.

La mañana pasó sin incidentes, pero la invitación de Robert seguía en la mente de Kennedy. Mientras organizaba los últimos libros del día, se encontró mirando hacia la puerta con una mezcla de anticipación y incertidumbre. La idea de un café, y la posibilidad de conocer mejor a alguien tan diferente a él, se estaban volviendo más tentadoras.

Finalmente, el momento de la cita llegó. Kennedy se preparó, asegurándose de que su cabello estuviera menos desordenado, aunque no lo peinó demasiado. Al salir de la biblioteca, no pudo evitar preguntarse cómo sería el encuentro.

Hola...se que esta algo aburrido pero ya vendra el darma de la rosa MUAJAJAJA

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⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

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