EL PULGATORIO DE EL AMOR

CAP.1 UN ENCUETRO

Kennedy un joven de 27 años organizaba meticulosamente los libros en la sección de historia de la biblioteca, un espacio que conocía tan bien como la palma de su mano. Cada tarde, cuando el bullicio de la ciudad se desvanecía en la tranquilidad del edificio, encontraba consuelo en la rutina de clasificar y reordenar los volúmenes. Era una vida sencilla, una fachada para su verdadera identidad que había aprendido a ocultar con precisión.

Hoy, sin embargo, el ambiente en la biblioteca parecía tener un aire de claridad o alegria. Mientras Kennedy ajustaba un libro en la estantería, la puerta se abrió con un suave tintineo. Un nuevo visitante entró: Robert.

Robert, un hombre de 27 años con una apariencia juvenil y una sonrisa amigable, parecía estar más preocupado por no tropezar con los estantes que por encontrar un libro. De hecho, Kennedy notó cómo Robert, en su esfuerzo por evitar una pila de libros caídos, casi se cae de espaldas, y logró mantener el equilibrio justo a tiempo para no derribar la torre de novelas en la esquina.

Kennedy no pudo evitar reírse suavemente al ver la escena. Se acercó para ofrecer su ayuda.
Kennedy: "Buenas tardes. Parece que has tenido un pequeño desafío con la arquitectura de la biblioteca."

Robert levantó la vista, ruborizado pero con una sonrisa.
Robert: "Sí, la verdad es que las estanterías tienen una forma muy creativa de desviar mi atención. Estoy buscando un libro sobre cómo no ser torpe, me dijeron que aquí tienen de todo."

Kennedy contuvo una risa mientras guiaba a Robert hacia la sección de autoayuda. Kennedy:"Parece que tenemos exactamente lo que necesitas. Aunque, sinceramente, no estoy seguro de que un libro pueda evitar que te tropieces con una pila de libros."

Robert: "Bueno, al menos espero que me dé algunos consejos útiles. No sé si la torpeza se puede curar, pero quizás pueda aprender a manejarla con estilo."

Kennedy: "Me parece un buen enfoque," respondió él "Hay varios libros que abordan la torpeza desde un ángulo más positivo. Por ejemplo, este" dijo mientras sacaba un libro titulado *Cómo Convertir la Torpeza en Tu Mayor Ventaja*, Kennedy: "promete enseñarte a utilizar tus habilidades de manera efectiva."

Robert lo tomó y hojeó las páginas con interés.
Robert: "¡Perfecto! Este libro tiene pinta de que podría ser mi guía de supervivencia. Aunque, con mi suerte, probablemente terminaré dejándolo caer en la fuente de la biblioteca o algo por el estilo."

Kennedy: "Espero que no, pero si sucede, al menos te tendrás a ti mismo para sacar una lección divertida de ello." - Kennedy soltó una risa suave ya que daba gracia la actitud de Robert.

Robert: "Lo tendré en cuenta" - dijo  sonriendo ampliamente. - "Y hablando de lecciones, ¿alguna vez has considerado escribir un libro sobre cómo sobrevivir a una visita a la biblioteca sin incidentes?"

Kennedy: *sonriendo* "Ahora que lo mencionas, podría tener algo de potencial. Pero no te preocupes, me aseguro de que mis propios incidentes se mantengan dentro de un rango manejable."

Robert "Si, bueno, te agradezco mucho la ayuda. Me has salvado de una tarde aún más accidentada." - Se rió mientras guardaba el libro en su bolsa.

Kennedy: "De nada. Ha sido un placer y no dudes en volver si necesitas más libros o si decides convertirte en el autor de guías para la torpeza."

Robert: "Lo haré. Y te prometo que intentaré mantener mi torpeza bajo control. Hasta pronto." - Lo dicia mientras él se dirigia hacia la puerta con una sonrisa.

Kennedy observó a Robert salir de la biblioteca, sonriendo ante la extraña pero encantadora interacción. Aunque apenas se conocían, sentía que este encuentro había sido el comienzo de algo significativo.

Mientras la biblioteca se vaciaba y la última luz del día se filtraba a través de las ventanas, Kennedy se preguntó qué más podría deparar esta inesperada amistad. Sin duda, había algo especial en Robert que lo había capturado desde el primer momento.

Hola soy yo denuevo y que les parece pues noes muy larga... pero sirve.