CAPÍTULO 1 - ENERGÍAS

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Sabia que seria un dia raro desde que salí de mi departamento para dirigirme al despacho, pues el dia estaba nublado y se veía que pronto iba llover, pero no era el clima lo que me mantenía inquieta, era la vibra, sabía que algo pasaría, lo sentía pero no sabia que era.

Este sentimiento de esperar que algo o alguien me fuera a buscar, era un sentimiento de nostalgia muy familiar, solo que no lo sentía desde hace años, al llegar inmediatamente al despacho se dejó venir una lluvia torrencial, parecía que el cielo se iba a caer en cualquier momento, entré al vestíbulo y salude a Lucy la secretaria que siempre está en la entrada.

– Buenos días Lucy – salude con una sonrisa amable.
– Buen día Licenciada Caceres.
– ¿No han habido llamadas para mi oficina?
– Si licenciada, le pase la llamada a Janet, su secretaria.
– Está bien Lucy, muchas gracias.

Mientras iba caminando al ascensor, voltee a ver todo lo que es el despacho, bueno es un edificio modesto con tres pisos, en realidad es todo lo que siempre había querido un despacho con mi nombre en la entrada, "CACERES Y ASOCIADOS" a pesar de que quería esto completamente sola el banco no podía darme suficiente préstamo por lo que platicando con mis mejores amigas de la carrera llegamos al acuerdo de que ellas pondría de sus ahorros y construir juntas las tres y poder fundar el despacho, acordamos que el apellido principal que es el mio estaria en la puerta pues yo era la que se había movido con todo esto desde un principio y quien le habia metido mas dinero a la oficina, por ende quien tiene el porcentaje mayor soy yo, Andrea y Sara tienen la mitad y mitad del cincuenta por ciento.

Andrea Shaw está en el primer piso, ella es quien lleva lo Penal y Administrativo en este despacho, Sara Harris está en el segundo piso, ella lleva Familiar y Civil. Y por otro lado estoy yo, Morgan Cáceres abogada Corporativa y Mercantil, las tres llevamos diferentes materias por eso acuden todo tipo de clientes y hasta ahora la oficina ha funcionado bastante bien, hemos sido amigas desde la universidad y en realidad tener un despacho donde las jefas somos puras mujeres es algo increíble, hoy en dia tenemos veintiséis años y muchas personas pensaran que nuestro ritmo de vida no es compatible con la vida fuera del caos de esta oficina aunque en realidad no es así. Sara hoy en día es una grandiosa abogada y está casada y tiene una hija con su esposo, mientras que Andrea está comprometida con su novio de la universidad, por otro lado yo....sigo saliendo con mi amiga Leah que siempre se acopla a mis horarios raros, en realidad ser abogada corporativa es algo cansado y no me deja mucho tiempo para conocer gente pero eso da igual, el amor llegara cuando tenga que llegar.

Al llegar a mi oficina lo primero que hago es prender mi computadora y enseguida llegan los pendientes nuevos y demasiados correos, los voy revisando por encima para ver si es algo sobre los nuevos clientes que quieren contratarnos, pero no hay nada. Alzo mi mirada en cuanto tocan a la puerta.

– Pasa – digo en voz alta.
– Buen dia Licenciada, aquí le traigo los acuerdos del día de hoy y le comento que marco el Presidente de MerkaBio.

Bingo.... si nos quieren, es lo primero que pienso cuando Janet menciona el nombre de la  empresa ecológica.

– Buen dia Janet, muchas gracias deja los pendientes en el escritorio de ahí y dime que te dijo el presidente, toma asiento.
– Bueno, me dijo que prefiere cuadrar todo en persona y que prefería que usted viera al Director de Operaciones quien es el que se encargará del proyecto.... no me dijo el nombre del Director pero dijo que estaría aquí en su oficina hoy a las 5:00 pm – en cuanto dijo eso, volvió a darme ese sentimiento de nuevo, decidí ignorarlo. – cheque su agenda y no tiene citas para esa hora, por eso confirme la reunión.
– Muy bien Janet perfecto, muchas gracias, ya puedes retirarte y continuar con tus pendientes.

Después de estar un buen rato contestando y enviando correos, decidí darme un break y sentarme en la pequeña sala que tenía en mi despacho, contemple el gran ventanal que daba vista a la ciudad, afuera seguía lloviendo y parecía no querer quitarse, el sentimiento no había abandonado mi cuerpo durante toda la mañana, era algo sumamente familiar pero no lograba identificar qué, me sentía nostálgica y la vibra del dia me recordaba mucho a ese dia lluvioso muchos años atrás......

¿SÓLO SOMOS AMIGOS?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora