1
El espejo era perfecto, quizás mejor que perfecto, sublime. Cuando llegaron a su hogar en Beverly Hills, Rick no tardó en bajar del coche y abrir la puerta para poder bajar el espejo y llevarlo a su estudio. A pesar de estar tallado en madera de roble y poseer un considerable tamaño, aquel espejo era sorprendentemente liviano, tanto que le parecía imposible la idea de que fuese a caérsele en algún momento y romperse. Abriendo la puerta de su casa mientras era seguido por Susan, Rick llevó aquella reliquia a donde se encontraba una habitación enorme, vacía y con otros dos espejos igual de grandes que ese. Uno puesto en la blanca pared y otro a un costado. Sin embargo Rick decidió poner aquel espejo en el centro de su cuarto de ensayo o, como a él le gustaba llamarlo, su estudio.
2
A Susan no le gustaba ese espejo, en lo absoluto. Había algo en él que no le gustaba, como si desprendiera una energía demasiado negativa o rara que la asustaba por completo. Sin embargo podía entender el comportamiento de su marido, él rara vez tenía caprichos o comportamientos típicos de los actores de Hollywood en cuanto a lujos se referían. Aunque vivían en Beverly Hills, su casa era la más modesta de todo el lugar, al punto de que muchas de sus vecinas creían que solo eran una pareja de clase media que se había ganado la lotería, o al menos eso pensaron al principio hasta que Rick se hizo famoso a finales de 1990 con su segundo filme.
Fuera de aquel espejo enorme que colocaba en el centro del "Estudio" el otro lujo que Rick tenía consigo era un vistoso bastón con forma de cobra de color morado que consiguió durante la filmación de la película de los Gorangers en el 92. El bastón de Ouja, el villano del filme que era un excéntrico millonario que quería eliminar a los Gorangers para poder conquistar al mundo solo para ser eliminado al final del filme tirándole el balón en los testículos destruyéndolo por completo. Aunque Rick adoraba el bastón del villano, personalmente no quería volver a ver a ese personaje nunca más en toda su vida. Aquel viejo viscoso de piel morada no era algo de lo cual estar orgulloso de haber compartido en su vida actoral.
A pesar de su rechazo al personaje de Ouja, Rick siempre tomaba aquel bastón con forma de cobra y antes de ensayar, se veía en los espejos mientras comenzaba a bailar y cantar "Hello My Baby, Hello My Honey" como si fuese aquella rana con frac de los Looney Tunes.
Viendo el espejo delante y esbozando una sonrisa, tomó el bastón y comenzó con su número, sintiéndose más vivo, más emocionado y más motivado que nunca. Aun no había pasado ni un día desde que llegó a la casa que ya adoraba aquel espejo. Mientras su marido comenzaba a actuar y ensayar para su siguiente película, Susan puso agua a calentar y se preparó un café bien cargado con dos cucharadas de azúcar. Todavía no se sentía muy satisfecha con la nueva adquisición, pero su esposo tenía razón: aquella historia era una estupidez y muy posiblemente la abuela de aquel sujeto fuese una loca o alguien con una imaginación demasiado vivida. En cualquier caso lo mejor era olvidarse de aquello y prender la televisión para poder relajarse mientras miraba "El Show de Daniel Roberts." El tema del día de aquel programa era interesante, trataba del relato de una pobre mujer que vio a su marido convertirse en un monstruo horrible, parecido a un saltamontes de color verde, haría dos o tres años atrás. Mientras oía aquel relato disparatado sobre un proyecto llamado "Augment" se olvidó de aquel espejo durante el resto del día.
3
Mientras la pareja dormía plácidamente en la cama de su habitación, en el piso superior de la mansión, debajo de la misma en el estudio se encontraba aquel espejo que reflejaba la inquietante luz lunar que entraba por la ventana. El bastón de Ouja se encontraba apoyado sobre la pared siendo reflejado por aquel espejo. El sonido de los grillos era lo único que se oía en las cercanías, sin embargo una pequeña risa casi infantil acompañó dicho sonido y tras un pequeño destello, similar a un flash de una cámara de fotografía, se pudo ver por el reflejo de aquel espejo como una mano, junto a un brazo cubierto por el suéter negro que vestía Rick, tomaba el bastón de ouja y lo levantaba listo para actuar.
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EL REFLEJO
HorrorEn 1994, el famoso actor de cine y televisión, Jack Richard Warner o Rick para los amigos, compró un antiguo espejo cuyos marcos de madera se encontraban finamente tallados y su vidrio se encontraba tan pulido que podía reflejar el más minimo detall...