Prólogo

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Letizia

Aunque el clima no sea nada favorable me encuentro caminando por las calles de Madrid, sumida en mis pensamientos cuando una gota de agua que cae sobre mi mejilla me saca de mis pensamientos,está a punto de llover y estoy un poco lejos de mi coche, así que decidí entrar a una hermosa cafetería que tengo justo enfrente.

Pedí un café para esperar a que deje de llover y poder regresar a buscar mi coche e irme a casa, pero sin darme cuenta aquí estoy otra vez pensando en Alonso, en qué momento dejamos de amarnos o quizás nunca fue amor, quizás nos apresuramos mucho o quizás solo fue la costumbre que nos teníamos el uno al otro y eso destruyó por completo el matrimonio.
Alonso, fue el motivo por el que decidí mudarme a Madrid, lo quise mucho pero estoy segura que separarnos fue lo mejor.

Una canción que empezó a sonar en la cafetería me sacó de mis pensamientos, era de mi cantante favorito. Alejandro Sanz

🎵 Mi soledad y yo 🎵

¿Cómo estás?, ¿qué tal te va?
¿Allí es de día o es de noche?
Es bonita esa ciudad
Para ir de vacaciones
Y el hotel, era verdad que es tan romántico y lujoso
Como en la publicidad
Con esas playas de las fotos

En Madrid está lloviendo y todo sigue como siempre
Solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente
Estoy loco por que vuelvas, hace tanto que te fuiste
No te irás a enamorar allí
Lo prometiste

Por favor
Cuando puedas llámame
Que mi soledad y yo
Sin ti no nos llevamos bien

Me paso el día planeando
Nuestro encuentro imaginario

Te besaré
Como nadie en este mundo te besó
Te amaré
Con el cuerpo y con la mente, con la piel y el corazón
Vuelve pronto, te esperamos
Mi soledad y yo...

Al escuchar esta canción no puedo evitar sentir como una lágrima amenaza con salir y la detengo rápidamente con mi mano, levanto la cabeza y veo que sigue lloviendo, incluso más fuerte, pero debo buscar mi choche e irme a casa.

Me pongo de pie para pedir una botella de agua y pagar la cuenta y marcharme, pero cuando estaba por salir abrí mi botella de agua para beber un poco, pero choqué con alguien y le derrame toda el agua encima.

-Perdóname, no te eh visto... masculle sin levantar la cabeza y con dificultad, sentí como mis mofletes se habían puesto calientes y rojos como un tomate, estaba avergonzada.

-No te preocupes, es solo agua... baje un poco mi vista hacia la hermosa mujer que acababa de derramarme una botella de agua encima y logre ver cómo tenía la cabeza agachada y los mofletes rojos de vergüenza y no pude evitar embozar una sonrisa.

Levanté la cabeza por fin y mis ojos se encontraron con un hombre bastante alto, rubio, ojos azules y una sonrisa bastante encantadora que podría enamorar a cualquiera.

Estuve a punto de salir corriendo de allí cuando él dijo...

-Felipe de Borbón, mucho gusto... Extendí mi mano hacia ella por que sabía que estaba a punto de salir corriendo, pero no podía dejar que se fuera sin siquiera decirme su nombre.

-Vi como extendió su mano para mí pero no salían palabras de mi boca, estaba nerviosa tome su mano, sentí como una descarga eléctrica recorría mi cuerpo y por fin logré decir...-Letizia, Letizia Ortiz Rocasolano... solté su mano bruscamente, ya no me importaba si seguía lloviendo y salí corriendo de ahí en busca de mi coche.

Llegué hasta mi coche empapada, entré en el coche, lo encendí y empecé a conducir a casa.

      Felipe
Después del incidente estaba sentado tomándome un café sin poder dejar de pensar en la forma en la que esa hermosa mujer salió corriendo después de soltar mi mano bruscamente, no podía evitar sonreír al recordarla y al recordar ese nombre... Letizia Ortiz Rocasolano.

El invierno más frío sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora