Capitulo XII

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Letizia

Al siguiente día me desperté muy desconcertada, no recordaba como había llegado a casa ¿Dónde estaba Sonsoles? ¿Qué hora era? ¿Por qué sentía un cuerpo pegado a mi espalda y rodeando mi cintura? Peor aún ¿Por qué estaba desnuda? intenté darme la vuelta pero el agarre de esa otra persona no me dejaba moverme.

Tenia miedo de darme la vuelta y ver quien estaba a mi lado en mi cama. ¿Como era posible que no recordara casi nada de lo que pasó anoche? Mi último recuerdo es cuando un hombre en la discoteca se acercó a hablarme.

No iba a seguir con la duda y me di la vuelta bruscamente para encontrarme con el rostro de Felipe. ¿En qué momento llegó a mi casa? ¿A mi cama? Intenté recordar lo que sucedió anoche pero me entraron una ganas inmensas de vomitar, sentí como estaba a punto de devolver todo. Quite su mano de mi cintura y salí corriendo al baño. Me lave el rostro y los dientes para volver a la cama, estaba demasiado cansada y con el sueño verdaderamente pesado. Era la primera vez que una resaca me daba tan fuerte.

Me volví a tumbar en la cama y me acerqué a Felipe para dejar un suave beso en sus labios y abrazarme a él, cerré los ojos y vinieron a mi mente todos los recuerdos de la noche anterior.

>>>Flashback<<<

-Venga Letizia, dejemos la discusión para después. Lo hablamos en casa con más tranquilidad.

-Ya te dije que no.

-Y yo te dije que si.

Eso fue lo último que pude escuchar por qué de un momento a otro sentí que no podía más, me había pasado demasiado con las copas. El mareo y el sueño que tenia eran insoportables, no pude más y me dejé caer en los brazos de Felipe.

Cuando volví a despertar estaba en el asiento de copiloto del coche de Felipe, cuando sentí que Felipe estaba aparcando volví a cerrar los ojos para que pensara que seguía dormida y me cargara hasta la casa. Y así lo hizo.

Felipe me tenía cargada en sus brazos mientras intentaba abrir la puerta de mi apartamento, me hacía muchísima gracia que no pudiera abrir, no me pude contener más y simplemente me reí en su cara.

-¿Letizia? ¿Estabas despierta? ... la bajé de mis brazos y la vi directamente a los ojos.

-Si, perdóname ... masculle mientras bajaba la cabeza y trataba de no reírme de nuevo.

-Déjalo ... pase mi mano por su cintura y la ayude a entrar, pues seguía estando muy borracha.

-Felipe

-¿Qué pasa?

-Acércate ... cuando el se acercó a mí lo tomé del rostro y le susurré...- Bésame.

-Tus deseos son órdenes... la bese lentamente, era un beso suave, sin prisas. Me separé de ella cuando intentó profundizar...-Letizia no, estás borracha mi amor.

-No, te prometo que no ... lo tomé del cuello y lo volví a besar.

-¿Estás segura?

-Si.

Su hambrienta mirada le hizo sentir escalofríos. La apretó contra su pecho para besarla apasionadamente.

Bajo los labios para besarle el cuello y le humedeció la piel a base de besos...

Felipe la tomó entre sus brazos y la cargó hasta la habitación y la tumbó en la cama.

El invierno más frío sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora