Chapter Eight

109 9 0
                                    

Nishimura no quería nada, estaba harto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nishimura no quería nada, estaba harto.

Había leído la carta e inevitables lágrimas cayeron por sus mejillas al hacerlo. Leyó cada parte, donde estaba nervioso, donde decía que desde pequeños le hacía sentir mariposas en su estómago, donde decía que hace poco varios amigos de Eunchae le hacían burlas de vez en cuando, etc.

Ahora estaba caminando bastante molesto, confundido y soft al ya saber claramente los sentimientos del mayor. Estaba molesto porque ese día había huído y le había dicho que lo olvidara, pero, ¿cómo iba a olvidar algo tan importante, más cuando dejó aquella carta en el suelo?

— Sunoo Hyung —habló claramente demandante. —Abra la puerta, ya.

Kim estaba del otro lado leyendo, pero al oír pasos rápidos hasta su dirección se quedó estático mirando la puerta. Negó con su cabeza al oír la voz de Ni-ki; ¡no iba a abrirle! Su dignidad estaba treinta kilómetros bajo tierra, no iba a abrirle... No.

—Hyung, ya —dijo nuevamente Ni-ki, tocando la puerta repetidas veces.

Kim sintió su corazón estrujarse al darse cuenta de que era una de las únicas veces en las que el que tenía que insistir era Ni-ki; generalmente Kim era el que insistía en situaciones así.

—Voy —susurró, si hablaba fuerte su voz iba a temblar y lloraría ahí mismo.

No era de llorar en público, pero gracias a la puerta y paredes nadie podría verlo.

Se levantó tembloroso y caminó para luego abrir la puerta con delicadeza y cuidado. Alzó su vista levemente para poder ver a los ojos de Ni-ki, pero se sorprendió de sobremanera al sentir sus labios siendo presionados contra los de Nishimura.

Sus ojos se llenaron de lágrimas finalmente y cerró sus ojos, intentando tranquilizarse. Nishimura comenzó a mover sus labios de manera suave y tranquila, sin apresurarse. Pasó sus brazos suavemente por la cintura de Kim para sostenerlo.

Por otro lado, Sun estaba temblando sin saber que hacer. Comenzó a mover sus labios de igual manera, correspondiendo a aquel dulce y tímido beso.

Era perfecto.

Porque ambos lo querían.

Porque ambos lo querían

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐁𝐎𝐘𝐒? 𖦹 SunKi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora