Chapter Thirteen

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La mirada aguada de Kim veía como un gatito estaba atrapado en unos hilos que no podía desatar

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La mirada aguada de Kim veía como un gatito estaba atrapado en unos hilos que no podía desatar.

Estaba bastante triste por no poder liberar a aquel felino, sentía que iba a seguir llorando si sentía que no podía hacer nada al respecto. Su labio inferior temblaba con culpa y sollozó mientras sus torpes manos intentaban quitar al pequeño felino de esas redes.

—¿Hyung? —un chico de once años se acercó a él y Sunoo le miró bastante triste.

— Nishi, ayúdame —pocas veces Sunoo se dejaba ver de esa manera, tan sentimental y dolido por algo de lo cual no debía estar.

Nishimura era alérgico a los gatos, pero le dolía más la alergia de ver a su Hyung de un año más grande estando triste y llorando a mares. Se acercó al mayor y comenzó a desatar aquellas cuerdas blancas y finalmente después de media hora de esfuerzo pudieron iberar al felino.

La nariz de Ni-ki estaba roja debido a su alergia. Sus mejillas picaban y sorbeteaba su nariz a cada segundo. Sus ojos estaban levemente hinchados y algo rojos, pero estaba contento de ver una brillante sonrisa en el rostro de Sunoo, quien sonreía feliz debido al pequeño gatito de cabellos grises y blancos.

—¡Gracias! —el mayor se acercó a Riki para poder abrazarlo con fuerza. Estaba realizado, sus ojos ya no lagrimeaban debido a que su tristeza ya no estaba ahí. —Sin tí no sé que haría.

—No agradezca, Hyung — Nishimura sonrió de manera leve, sintiendo que se le dificultaba respirar.

El mayor tomó la manito de su amigo para llevarlo a casa nuevamente, donde le dió unas pastillas para la alergia y lo cuidó toda la tarde, mimandolo y consintiéndolo.

Ni-ki caminaba tranquilo por los pasillos

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Ni-ki caminaba tranquilo por los pasillos. Bueno, se veía tranquilo.

En realidad era un manejo de nervios porque todas las miradas estaban encima suya. Seguro Eunchae había corrido a contarle a sus amigos y a todo el instituto que estaba junto a Sunoo. No sabían que eran novios, pero las supocociones de la gente no siempre eran erróneas.

Se apoyó sobre el marco de la puerta del salón viendo a Sunoo dentro de este. Estaba ordenando un par de papeles y cuadernos para meterlos finalmente a su mochila. El timbre había sonado hace un rato y las clases finalmente se habían acabado aquel día, pero Sunoo decidió esperar a Nishimura dentro.

Si salía seguramente le harían burlas o harían nuevamente actos como el quitarle la mochila y pasarla de mano en mano de las personas.

Claro, a Ni-ki no le hacían esas cosas por ser el popular y participar en varios concursos de baile. Sunoo bailaba pero a solas, cuando estaba aburrido y su pereza se esfumaba ponía música en su casa y en soledad danzaba a su ritmo.

—¿Nos vamos, príncipe?

—Sí, angelito — Sunoo aceptó la mano de Nishimura cuando finalmente salió del salón.

Les daba vergüenza y nervios andar tomados de las manos, pero debían tomar valor para enfrentarse al mundo de mente cerrada. Recibían varias miradas de asco y otras de admiración, porque los gustos distintos eran oprimidos por las ideologías concervistas del lugar pero aún así habían personas que se escondían en las sombas buscando una ocasión para salir a la luz.

Porque Sunoo y Ni-ki no eran la única pareja homosexual en el establecimiento, pero sí era la única que daba la cara por todas ellas.

Un chiflido se hizo presente detrás de ellos e hizo que Nishimura se volteara con molestia, viendo al ex-novio de su ex-novia mirandoles con burla.

Las personas no se hicieron de rogar y varios comenzaron a murmurar por lo bajo, mas Sunoo solo los miraba con odio por ser una manga de chismosos.

—¿Qué pasa, eh? — Nishimura habló hacia él.

—Nada, quién diría que el príncipe de la escuela nos iba a salir fallado —el chico habló ladeando su cabeza con burla a la vez que se acercaba a la parejita. —Ni siquiera pudiste buscarte algo mejor —dijo, echándole un vistazo a Sunoo de piez a cabeza.

Kim le dió una mirada venenosa mientras Riki acariciaba su mano. Si bien Sunoo era calmado y tranquilo cuando estaba molesto era una bomba a punto de su toque de clímax.

—Déjanos en paz. Sunoo es hermoso, o al menos más que tú y todos esos chicos con los que te has revolcado en secreto — Ni-ki sonrió de lado al ver como el contrario se tensaba al revelar su secreto enfrente toda la escuela. —Y si tanto te molesta que sea homosexual y esté saliendo con este príncipe..., ¿estás celoso a caso?

Varios 'uhhh' se hicieron presentes en el territorio y al chico parecía querersele caer la cara por vergüenza. Bufó y se alejó de ahí rapidamente, dejando a Sunoo y a Ni-ki satisfechos al estar tranquilos. Cuando se voltearon para continuar su camino varios les aplaudieron con admiración y ambos sonrieron sintiéndose seguros al fin.

Ambos se protegían el uno al otro, desde siempre.

Ambos se protegían el uno al otro, desde siempre

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𝐁𝐎𝐘𝐒? 𖦹 SunKi ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora