《 CAPÍTULO. 15 》

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Yoongi.

Sigo a Hobi fuera del baño, lo conozco lo suficiente para asegurar que las palabras de la rubia lograron lastimarlo, sin embargo, transformó el dolor en furia y coraje. Si hay algo que admiro de él, es su capacidad de manejar las emociones.

No tengo idea como funcionan las cosas en la mafia a excepción de la maldita triada, por lo que sigo sin comprender qué se refiere el término "sello y la dichosa marca", ni que fuéramos ganado para llevar cual marca en el trasero.

Sin embargo, debe ser importante dado que sus ojos se humedecieron ante dicha mención.

Suspiro cansino, observándo por el rabillo del ojo al moreno que yace a mi lado, cruzamos miradas durante un segundo antes de verlo salir del lugar, no tengo más remedio que seguirlo a menos que quiera irme caminando a la mansión.

Joder, no deseo tenerlo tan cerca.

Abro la puerta y subo al asiento de copiloto, procedo abrocharme el cinturón de seguridad al mismo tiempo que escucho rugir el motor, finalmente, el vehículo se pone en movimiento.

Me siento incómodo, como si estuviera caminando sobre huevos. Él está sentado a mi lado con el rostro tenso y los ojos clavados en la carretera. Puedo sentir la furia que emana de él, como una ola de calor que me envuelve.

No me mira, no me habla, pero sé que no estoy en el punto de mira de su ira. Sin embargo, me siento culpable, como si debiera hacer algo para calmarlo. Su silencio es tan pesado como una carga que me pesa en los hombros.

Me pregunto qué pasa por su mente, qué lo ha llevado a este estado. Quiero ayudarlo, pero no sé cómo. Me siento inútil, como si estuviera observándo un temporal desde la orilla.

Cada suspiro suyo es como un golpe en mi pecho. Cada movimiento brusco me hace saltar. Estoy alerta, esperando que explote que libere toda esa tensión acumulada.

Pero no es conmigo. No es mi culpa. Entonces, ¿Por qué me siento así? ¿Por qué me duele verlo sufrir?.

Me acerco un poco más mientras me acomodo en el asiento, sin tocarlo. Quiero que sepa que estoy aquí, que lo apoyo sin importar qué sea lo que le aflige o enoja.

Observo las calles atraves de la ventana del auto, tomamos un desvio que nos lleva al distrito de Gangnam dónde viven políticos, y las jerarquias de mayor rango de la policia.

El auto sigue avanzando por la carretera. Conduce con seguridad y las manos firmes sobre el volante. Miro su perfil, la línea definida de su mandíbula y la forma en que su cabello corto se curva ligeramente en la nuca.

Lleva un pantalón de vestir oscuro y una camisa blanca ceñida al torso. La ropa resalta su figura atlética debido a la forma en que sus músculos se definen bajo la tela.

Su rostro está serio, concentrado en la carretera. Me siento atraído por la fuerza y la vulnerabilidad que emana de él.

La luz de la luna se filtra por la ventanilla del auto, iluminando su perfil. Me parece un cuadro vivo, una obra de arte en movimiento.

Me siento hipnotizado por la forma en que su nariz se curva ligeramente hacia arriba, la forma en que sus cejas se arquean.

Me pregunto qué pensará en este momento, qué emociones se esconden detrás de su expresión ahora serena.

ERES MIO_ JUNGHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora