하나

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Jisoo se encontraba acostada en el suelo mientras tomaba una pequeña siesta en su forma animal. Desde hace rato estaba esperando a que Lisa -su dueña- llegara, pues le había dicho que le iba a traer una sorpresa.

Pero la gatita hibrida se cansó de esperar, por lo que decidió dormir un rato en lo que su humana llegaba con aquel regalo.

Tenía la duda de que podría ser. ¿Un juguete nuevo? aunque ella prefiere jugar a arañar el sofá y las cosas de Lisa. O podría pasar como la otra vez, en la que la humana le había traído un suéter de oso, ¡Un tonto suéter de oso!

Jisoo era una gata bastante fina y no podía vestir cosas como esas, y menos de un oso. Pero debía admitir que se sentía calentito y suavecito.

Su sueño y pensamientos fueron espantados por el sonido de la puerta abriéndose, abrió sus ojitos y se estiró.

Lo primero que hacía Lisa al regresar a casa era ir a ver a Jisoo, la cual casi siempre se encontraba en la sala o en su cuarto. Por que si, la gatita tenía un cuarto para ella. Su humana la amaba demasiado.

-¡Jisoo, ven aquí!

Escucho que la llamaban, y eso se le hizo extraño. ¿Por qué Lisa no venía hacía donde ella estaba?

Pensó seriamente en si debía de ir o no, pero terminó levantándose sin muchas ganas al recordar la sorpresa. Salió de su cuarto y se dirigió a la sala.

Al llegar se encontró con el humano acariciando a un gato desconocido, y eso le disgusto. Lo peor de todo es que la intrusa desprendía un olor a gata Alfa, era una híbrida al igual que ella.

-Ven Jichu, ven a conocer a tu nueva hermanita.

La mirada de la desconocida se posó en la bonita gatita omega, fascinada con el olor que al parecer desprendía. ¿Hermanita? Eso si que no, quería que aquella ragdoll fuera su pareja, su omega.

Se dirigió hacia Jisoo con toda la confianza del mundo, pero se sorprendió cuando recibió un rápido golpe de parte de la otra híbrida.

-¡Jisoo! Esa no es una agradable forma de recibimiento.

La mencionada solo camino de forma lenta hacia atrás para alejarse de la gata bicolor, quien se encontraba confundida. Jisoo no quería convivir con ella. Se veía que era una gata callejera, no era de raza, era una gata bicolor normal.

Pero para su mala -o buena- suerte, iban a vivir en la misma casa, así que tendría que intentarlo, aunque fuera difícil. Pero tal vez no sería tan complicado como pensaba.



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⏰ Última actualización: Aug 02 ⏰

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