Hellish Vengeance I Yoonmin

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"Esto es muy frustrante" Dijo aquel rubio reflejando en su rostro su evidente frustración. 

Se encontraban todos en el bosque entrenando a los dos mortales, Kim Taehyung y Park Jimin. Una vez este último se recuperó, el entrenamiento se reanudo nuevamente por órdenes de Jimin, quien quería más que nadie ese entrenamiento. 

"Deberías descansar, Jiminie. El entrenamiento de hoy es suficiente" Dijo Yoongi, quien, aunque quería que su amado fuera más fuerte para cuando el momento del ir al infierno llegara, no quería que se lastimara a él mismo. 

"No quiero descansar, Yoongi" Dijo el rubio continuando con el entrenamiento. Yoongi suspiro.

"Jimin" Fue interrumpido. Jimin lo volteo a ver enojado.

"He dicho no" Todos los presentes contuvieron la respiración. Todos los que conocen a Yoongi como hijo de Lucifer, saben que negarle una orden es una condena de muerte, así que no saben que pasará ahora que es el mismo chico que está destinado a estar junto a él, él que acaba de negar una orden. 

"Dije que debes descansar. Regresaremos a casa y harás lo que te dije" Dijo Yoongi con una expresión seria adornando su rostro. Estaba enojándose, nadie nunca lo había desobedecido. 

"¿Qué pasa si no hago lo que dijiste?  ¿Me dejaras de entrenar? ¿Me sacaras del apartamento? ¿O prefieres que yo mismo lo haga?" Todos dejaron de respirar, esperando la reacción de Yoongi ante la agresiva respuesta. 

"Jimin" Dijo Yoongi en modo de advertencia. "No me hagas enojar. No me conoces enojado"

"Tú tampoco me conoces enojado" Dio un paso adelante, provocando que Yoongi retrocediera desconcertado. "No me iré" Se miraron a los ojos por un largo rato, retándose con la mirada. 

Ninguno quería dar su brazo a torcer. 

Yoongi es el príncipe del infierno, él próximo gobernante del mismo, a él nadie le da órdenes. 

Jimin quiere comprobar hasta dónde puede llegar el límite de su Yoonie y a él nadie le da órdenes.

"Bien" Yoongi fue el primero en rendirse, provocando una pequeña sonrisa en el menor que fue notada por todos.

"Perfecto" Se acerco a Yoongi con esa sonrisa. "Gracias Yoonie" Le dio un beso en la mejilla y se volteo a mirar a Lisa. "¿Terminas de entrenarme?" 

Los espectadores de la pequeña discusión se miraron entre ellos con caras de reconocimiento.

Jimin tenía a Yoongi en la palma de su mano.

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Se veía a sí mismo recorriendo unos largos pasillos, los cuales tenían decoraciones lujosas. Dignas de la realeza. Este mismo pasillo estaba perfectamente iluminado gracias a las grandes ventanas que poseían. 

Se detuvo en una de esas ventanas para observar el paisaje. Este mismo era hermoso, podían observarse una gran cantidad de árboles, pero al mismo tiempo pudo observar caminos de piedra a lo lejos con un lugar un poco más oscuro al resto del lugar.

"Mi rey" Escucho una voz detrás de él, volteo y vio a una mujer haciendo una reverencia hacia su persona. 

"¿Qué pasa?" Respondí mientras miraba con intriga a la mujer. 

"Su esposo lo busca. Quiere que este en la reunión de la corte" Una sonrisa comenzó a formarse en mi rostro. 

"Muy bien, acompáñame" Pude ver como comenzaba a caminar y justo ahí me di cuenta de mi atuendo. Llevaba unos pantalones blancos perfectamente planchados, una camisa verde agua marina donde las mangas de esta mismo eran transparentes y tan largas que llegaba a mis rodillas. Finalmente, en mi cabeza tenía una corona o tiara con unas piedras preciosas, este mismo ayudaba a sostener un velo del mismo color de mi camisa que llegaba hasta mis muslos. También no pude evitar notar mi rostro perfectamente maquillado con un leve rubor, un pequeño delineado y un poco de labial rosa en mis labios.