Capítulo 4 - Apestas

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La hora del juego había llegado, y ahí estaba aquel chico que despertaba tanto interés en el omega, mientras más lo veía más atractivo se le hacía y su olor empezaba a llegar con mayor nitidez sus fosas nasales. Durante el partido Isagi no pudo parar de admirarle, sus jugadas eran hermosas.

Su corazón se aceleraba cada que se lo cruzaba en el campo e interactuaban, a pesar de que éste únicamente lo insultaba. Para su desgracia terminó fracasando en su intento por recuperar a Bachira. La frustración corría por todo su cuerpo, era la segunda vez que perdía ante él -Ven, Isagi Yoichi- dijo la persona menos esperada, Rin lo estaba eligiendo a él.

Isagi no entendía el porqué, ya que había mejores opciones que él, "¿por qué yo?", pensó mientras los profundos ojos del alfa se clavaban directamente en su alma, observando cómo su ego había sido destruido.

El más alto se giró y salió de la cancha para dirigirse hacia la siguiente etapa. Después de asimilar la situación, el omega se puso de pie, volteó a ver a sus compañeros y se despidió.

-Estoy feliz de tenerte en el equipo- dijo Tokimitsu, quien era un beta que realmente tenía un físico de alfa -Rin-kun parece estar interesado en ti, ya que te eligió, aunque si te soy sincero yo también te iba a elegir a ti-.

Su rostro se enrojeció levemente, a pesar de estar sintiendo mucha frustración por haber perdido dos veces contra la misma persona, no podía evitar sentirse un poco feliz por haber sido elegido por el mismo Rin y por estar de nuevo en el mismo equipo que Bachira.

Entrando a la siguiente sala, Ego procedió a dar una explicación del motivo por el cual Rin había salido victorioso e indicó que al día siguiente tendrían un partido contra jugadores de talla mundial, que por lo que restaba del día podían ir a descansar.

En la habitación estaban cuatro de los cincos miembros del equipo, observando a quienes serían sus contrincantes -Por cierto, ¿dónde está Rin?- consultó el omega a su viejo amigo -Ah, ¿Rin-chan?, él siempre se va solo al final del día a meditar y realizar estiramientos- respondió.

Él no quería desperdiciar la oportunidad de charlar y conocerlo más, ya que no sabía por cuánto tiempo más iban a seguir siendo compañeros de equipo, por lo que se fue en su búsqueda. Aún no tenía claro de que podía conversar con él, sin embargo, ya se preocuparía de eso después.

Llegó a la sala de meditación y allí estaba, sentado sobre una manta de yoga, con su torso desnudo, vistiendo unos pantalones cortos ajustados. Antes si quiera de poner un pie dentro de ese lugar, Isagi no pudo evitar mirarlo y detallar la musculatura de su cuerpo, el cual por cierto era muy sexi.

Él no tenía idea de cómo iba a hacer para pasar su primera noche en la misma habitación que ese chico, podría volverse loco. Rin era un año menor, sin embargo no lo parecía en absoluto. "parezco un acosador mirándolo desde esta distancia, mejor entro" pensó tomando una manta de yoga y empezando a replicar sus ejercicios.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó con su rostro inexpresivo. -Te copio para alcanzarte, aunque estos ejercicios son un poco difíciles para mí, ya que no soy muy flexible- respondió con sus piernas temblorosas.

Para Isagi era un deleite tener esa vista en primera fila, su espalda era tan atractiva que desearía poder tocarla, nunca antes había tenido ese tipo de deseos tan instintivos, no sabía si era culpa de las feromonas del contrario o si estaba simplemente empezando a perder la cordura.

Después de intentar hacerle conversación, de conocer un poco más sobre él y de declararse su rival, Rin se paró de manos y por supuesto que el contrario no se podía quedar atrás, por lo que intentó copiarle. Colocó sus manos en el suelo y con fuerza se impulsó, calculando mal y cayendo de espaldas sobre el alfa.

El más alto tomó al contrario por el cuello de su pijama y lo regañó, él en realidad no parecía ser mala persona, solamente tenía poca paciencia.

La hora de dormir había llegado, Isagi estaba sumamente emocionado por el partido que tendrían al día siguiente y a su vez estaba ansioso por tener durmiendo justo en la cama de al lado, ya que podía ver su rostro mientras éste dormía. Se veía tan guapo, esas largas pestañas decoraban a la perfección su masculino rostro.

Su corazón estaba agitado, no podía evitar empezar a pensar cosas vergonzosas -Debe ser culpa de sus feromonas tan dominantes... aunque no me causan náuseas como las de Barou o las de Nagi- se dijo a sí mismo en voz baja -pero supongo que era porque eran dos alfas enfadados, y aquí en esta habitación el único alfa es Rin-.

"Me estoy empezando a sentir un poco excitado" pensó sonrojándose, sin embargo, hizo el esfuerzo por dormir, ya que tenían un partido complicado al día siguiente.

Un par de días habían transcurrido luego de la inevitable derrota ante el quinteto mundial, las noches junto a Rin se volvían cada vez más difíciles de sobrellevar, y lo peor de todo es que no se sabía hasta cuando estarían así, ya que Ego les indicó que debían esperar a que los demás terminaran sus partidos para poder continuar con la siguiente selección.

Por lo cual habían estado conviviendo, mientras entrenaban y estudiaban juntos. Cada día era más difícil, el aroma se percibía cada vez más fuerte, lo bueno fue que durante esos días pudo estrechar un poco su relación con él.

-Isagi, iremos al comedor, ¿vienes?- preguntó Bachira alegremente -Adelántense chicos, yo voy a terminar primero la tarea de inglés es que estoy un poco atrasado- respondió Isagi -Entendido- dijo el contrario dirigiéndose al comedor junto a Aryu y Tokimitsu.

-A decir verdad también me estoy empezando a sentir un poco enfermo, tal vez debí tomar vitaminas o algo, espero que aún no tengamos ningún otro partido porque no podré jugar bien- se dijo a sí mismo en voz alta, ya que se encontraba solo en la habitación.

Cuando de repente el único alfa del equipo entró, apenas éste puso un pie dentro un escalofrío recorrió la espalda del omega, las feromonas de Rin huelen más fuerte que nunca, su olor le asfixiaba, pero él debía de disimular ya que de lo contrario podría sospechar.

-¿Qué haces?- preguntó con su habitual mala actitud mientras se acercaba y tomaba asiento a su lado. Los síntomas del omega no hacían más que empeorar, ¿era acaso esto culpa del contrario? -E-estoy terminando la tarea de inglés, es que hay unas partes que no comprendo bien- respondió intentando no inhalar por la nariz.

Sin solicitárselo, Rin tomó su cuaderno y empezó a revisar la tarea -Mira en esta parte cometiste un error- indicó, ya que él hablaba inglés. ¿Por qué estaba siendo tan amable?, ¿es por qué estaban solos?, el omega comenzó a sentirse muy extraño.

-¿Isagi?- preguntó con un tono de ligera preocupación -¿sabes algo?... tus feromonas apestan y me dan asco, haz algo con ellas- dijo con naturalidad.

-¿Mis feromonas?- preguntó confundido -¿de qué hablas?, yo soy un beta, no tengo feromonas- dijo intentando aclarar la situación. Rin volteó a mirarlo con un rostro extraño -No sé a quien pretendes engañar, pero eres claramente un omega, es verdad que tu olor es débil pero últimamente apestas-.

Isagi frunció el entrecejo, "¿por qué dice qué apesto? Nagi me había dicho que olía bien" pensó un poco ofendido. -N-no soy un omega, seguramente apesto a sudor o algo así. Me iré a bañar entonces- dijo queriendo huir, temía al día en que algún alfa dentro de Blue Lock notara sus feromonas, y sinceramente creyó que eso nunca ocurriría, pero justamente eso estaba sucediendo ahora.

-Estoy seguro de que nadie ha notado tu verdadera naturaleza, no te preocupes, yo tengo un olfato muy desarrollado y dudo que alguien más dentro de este lugar tengo mi nivel- dijo sosteniendo su mano para evitar su escape.

Había sido atrapado, y además justamente por él -Lamento decírtelo, pero tu olfato se ha equivocado- respondió con nerviosismo sin poder mirarlo al rostro, ya que si hacían contacto visual definitivamente no podría seguir con su teatro.

Unas feromonas más fuertes que nunca golpearon sus fosas nasales, haciéndole perder la fuerza de sus piernas. Un calor que no había experimentado antes empezó a recorrer cada parte de su cuerpo -¿Qué es esto?- dijo en un estado de evidente confusión.

-Es tu celo- respondió el contrario.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora