# capítulo catorce ♡

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El sol brillaba alto en el cielo azul, de a ratos algunas nubes lo cubrían

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El sol brillaba alto en el cielo azul, de a ratos algunas nubes lo cubrían. First dejó de observar hacia arriba, volviendo su mirada a sus acompañantes.

Freen, Becky, y Neo estaban con él, sentados en las gradas del estadio a la espera de presenciar el partido de fútbol. El equipo de su escuela competiría contra la escuela de Chiang Mai, eran las semifinales y por ello se jugaban en un estadio independiente y no en las canchas de ninguna de las escuelas. Lo más seguro es que el equipo de Bangkok ganara, aunque los otros jugadores claramente también eran buenos.

Cuando los jugadores salieron a la cancha, toda la hinchada que lo rodeaba comenzó a gritar y hacer ruido con sus cornetas con los colores del equipo. First al principio se sentía observado, tenía la sensación de que por cualquier cosa que hiciera los demás le iban a juzgar.

-First-Freen a su lado le tomó la mano, con cariño, para llamar su atención. La observó, con duda-, quiero que observes a tu alrededor y me digas que hacen los demás.

Un poco confundido, hizo lo pedido por su amiga. Todos, incluso Neo a su lado, cantaban a coro una canción mirando a ambos equipos entrar en calor.

-Miran al frente y cantan-le respondió, acercándose para que ella pudiera escucharle.

-¿Y por qué crees que van a decirte algo malo si también cantas y saltas como ellos?

Freen lo conocía a la perfección, por ende, con solo observarlo podía tener una idea de lo que pasaba por sus pensamientos. Era la unica persona que lo había visto deshacerse en lágrimas y sentir la ansiedad en cada parte de su cuerpo hasta el punto de provocarle náuseas. Y en momentos como ese donde First dejaba que las voces de su cabeza fueran más fuertes, agradecía tenerla como amiga.

-E-está bien, Ai'Freen-asintió despacio, sonriéndole.

Firstl le quitó a su amiga la corneta plástica, dejándose envolver por el ambiente futbolero que en realidad, no le gustaba demasiado. Pero Khaotung lo había invitado, y en un arranque de extraño nerviosismo que no supo controlar, no había podido negarse.

Su relación con Khaotung era mejor que al principio, por supuesto. Sin embargo, cuando se trataba de contacto físico era diferente: Khaotung lo tocaba solo si First lo buscaba o le pedía directamente algo, lo más recurrente eran los abrazos o que lo cargara en su espalda.

Khaotung sabía que ellos estarían en la tercera fila de asientos, por lo que cuando tuvo que acercarse a esperar que alguno de la hinchada le devolviera la pelota que había cruzado la tela, buscó a sus amigos. Los saludó a los cuatro, empero, sus ojos se clavaron en cierto peli-negro.

No fue por mucho tiempo, pero First sintió algo extraño arriba de su abdomen. Eran como... Bichos. Bichos que movían sus alas dentro de su estómago. Y solo pudo sonreírle, antes de ver cómo sujetaba la pelota que le era devuelta y continuaba con el juego.

¡Hey, First Kanaphan! | KHAOFIRST (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora