Casco de estrellas #1 [Editando] [Saga: Amores Prohibidos]

Veintidos

Siento dolor en algunas partes de mi cuerpo, todo me daba vueltas y me costaba ver con claridad lo a mi alrededor

Parpadeé un par de veces para adaptarme a la luz y poco a poco deje de ver borroso, no tenía ldea en dónde estaba pero me sentía casi asfixiada, como si tuviera problemas para respirar por la falta de aire

-Oh mira, la bella durmiente porfin se indigna en despertar

Escucho una voz femenina hablar, a pesar de estar un poco desorientada, reconocía esa voz...La reconocería en donde sea

Amanda Harrison se encontraba frente a mí, a pocos metros, acompañada de un hombre a su lado. Verla me hace recordar lo que había pasado antes de haber quedado inconsciente

Los gritos, los disparos, Joshua desangrándose en el suelo y a mi hija siendo arrebatada de sus brazos

Mi bebé, se la llevaron...

-Elarin Wood, sabía que desde que llegaste a mi casa...No serías más que un problema

-¿Dónde esta mi hija?

-Vaya modales, ni siquiera saludas a tu querida "suegra"

-Usted no es nada mío -aclaró enseguida

-En eso estamos de acuerdo, no me gusta mezclarme con rameras como tú ¿Porqué sería familia de una sirvienta fácil?

-Adora insultarme al parecer, pero usted misma se muerde la lengua ¿o acaso cree que no estoy enterada de lo que a hecho y con quien se relaciona? es una mujer hipócrita

-Soy una mujer que busca venganza, que hace lo que sea con tal de ser libre de un infierno y obtener poder

-Buscas venganza con las personas equivocadas, no eres bastante lista después de todo

Me incorporó del suelo e intento alejarme, pero mi espalda c5hoca con un cristal que me impide retroceder, es ahora que me doy cuenta de que estoy encerrada...Era como una especie de caja o capsula de cristal

-Oh, Elarin, no intentes ofenderme cuando tengo a tu pequeño error en mis manos

-Deva no es ningún error -contraataque- ¿Dónde la tienes?

-No sirve de nada decírtelo cuando estas aquí, encerrada como la perra que eres...E planeado esto desde que supe de la existencia de esa mocosa, por desgracia para ti no podrás despedirte de ella

-Si te atreves a hacerle daño -le advierto, recargando mis manos contra el cristal- si siquiera intentas ponerle las manos encima, soy capaz de matarte con mis propias manos

-¿Tú? ¿Matarme a mí? -suelta una ligera carcajada, como si hubiera hecho el mejor chiste del año- No eres más que una estúpida, una chica débil que hasta se asusta por una tormenta inofensiva ¿o ya olvidaste como te miraba llorar cuando habían truenos y tenías que correr a los brazos de tu tío?