Capítulo 12

61 6 0
                                    

NARRA CATH:

Victoria está viviendo con nosotros desde hace cinco días. Y cada uno has sido un infierno en vida.

James no sabe nada de esto porque ella podría ganarse un Oscar de lo bien que actúa. Sin embargo, cada vez que se va a trabajar o tiene que salir por algo, Mike, Garreth y yo tenemos que aguantarla. Es como si fuera la reina de Inglaterra, si quiere algo, tenemos que hacerlo, no importa que tan tonto sea su capricho. Ayer hizo que Mike corriera hasta el centro comercial sólo porque se le acabó el barniz de uñas y James se había llevado el auto al trabajo.

Hace tres días Garreth preparó la comida y ella lo hizo preparar algo más porque "ni loca voy a comer algo tan grasoso como eso." Como si los tacos fueran tan malos.

Y ahora, aquí estoy yo. Caminando hacia la plaza para conseguirle su "imprescindible" plancha para el cabello porque la suya se rompió.

Llego a la tienda, consigo una plancha y hay una cola inmensa para pagar. Me hago como veinte minutos en la fila sólo por la estúpida plancha y, para colmo, cuando salgo ha empezado a llover. Qué digo llover, esto parece el diluvio universal, solo que mil veces peor.

Y no tengo un paraguas. Alguien ya máteme, por favor. Camino bajo la lluvia torrencial hasta mi casa, llego y me doy cuenta de que olvidé mis llaves, toco el timbre tres veces y nadie me abre.

Toco una vez más y Victoria me abre extremadamente enojada.

-¿¡Por qué tardaste tanto!?-Me grita. A ver, ¿qué no ves que está lloviendo?, ¿No te entra a tu cerebro de cacahuate? Simplemente entro y dejó su preciada plancha en la mesa. Subo a mi cuarto y me tiro en la cama.

No la soporto, lo único que piensa es, "maquillaje, soy la reina, consigo todo lo que quiero, " imagino su voz chillona.

Pero entonces me llega otro pensamiento. Y ese no es tan feo, de hecho no es feo en absoluto. Rod.

Sonrío al tan solo pensar en él. Hemos tenido una cita desde que me pidió que fuera su novia.

*INICIO DEL FLASHBACK*

Estamos caminando por el parque. Son como las cuatro de la tarde. Rod tiene su brazo alrededor de mis hombros y yo no podría estar más feliz. O bueno, quizá sí.

-Tengo hambre-Digo.

-¿Qué quieres comer?-Me pregunta Rod.

-No sé, cualquier cosa comestible.

-¡Mira, ahí hay pasto!-Señala a las plantas con su mano.

-¿Me ves cara de vaca?-Digo fingiendo enojo. Él sonríe y me río.

-Bueno, hay que buscar un restaurante.-Seguimos caminando y encontramos un puesto de enchiladas. Pedimos unas y nos las dan en un plato de unicel con un tenedor de plástico. ¡El tenedor no quiere cortar las enchiladas!

-¿Te ayudo?-Pregunta Rod, sonriendo.

-Okay.-Digo pasándole el plato. Empieza a hacer presión con el tenedor pero no puede cortar las enchiladas, intenta usarlo como un serrucho pero aún no hay resultado. De repente, el tenedor se rompe por la mitad y el plato sale volando. Estiro los brazos para Atraparlo y cae en mis manos boca arriba, como si no hubiese pasado nada.

Rod todavía tiene la mitad del tenedor en su mano y cuando lo noto me empiezo a reír. Él también se da cuenta y cinco segundos después los dos ya estamos casi cayéndonos de la risa.

-¡Las enchiladas-Digo, tratando de respirar-vuelan!-Exclamo y estallamos a carcajadas otra vez.

*FIN DEL FLASHBACK*

Todo por amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora