Capítulo 15: Recuerdo

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Es miércoles, no quiero salir de la cama, no quiero ver a Jos, no quiero ver a Melanie, no quiero asistir a la escuela, saco la mano para apagar la alarma y vuelvo a hacerme bola dentro de mis protectoras cobijas, no esta mal, puedo hacer de este mi nuevo refugio, Alonso podría proporcionarme comida.

Minutos más tarde cuando estoy conciliando el sueño de nuevo alguien toma asiento al borde de mi cama, se que es Alonso aunque no lo vea

—¿Vi?—Habla en susurro y coloca su mano en mi tobillo, lo que me hace tensarme, cosa que el toma como respuesta.—¿No irás a la escuela?—niego con un sonido nasal apretando mis cobijas

—¿Estarás bien sola? Puedo quedarme contigo—ofrece y el corazón se me encoge, me gustaría que se quedara, sin embargo vuelvo a negar con el mismo sonido.—Deacuerdo, llámame si me necesitas, volveré conforme terminen las clases—dicho eso lo siento inclinarse, besa mi cabeza sobre la tela de mis sábanas y se levanta, escucho pasos y después mi puerta cerrándose

No debería dejar que esto me afecte de esta manera, debo ir a la escuela y demostrarle que se puede ir a la mierda con todo y su nueva novia, pero mi estómago y mi corazón no están de acuerdo, el primero me hace sentir náuseas, como si todo se revolviera en el de solo pensarlo, el otro me sentir algo punzante dentro de el, como si solo con latir doliera al pensarlo con alguien más, es un dolor extraño que no soy capaz de detener por más que lo desee.

Tallo con suavidad mis ojos para despertarme del todo, no se cuando me quede dormida, solo se que lo hice porque acabo de despertar. Estiro la mano para tomar mi teléfono, 10:15 am es la hora que se marca en la pantalla, quito las cobijas de mi rostro para levantarme de una buena vez, miro hacia el pequeño sillón que está cerca de la puerta, esas punzadas toman de nuevo mi corazón, hace un mes estaba ahí con Jos, el me trajo a casa y lo invite a comer, subimos bromeando para comenzar la tarea y terminamos besándonos en ese pequeño sillón azul

*Flashback*

—Nos vemos mañana preciosa—aparca rápido y trata de tomar mis mejillas para besarme, pero lo aparto, cosa que lo confunde

—¿Te quedas un rato? Podemos pedir comida, avanzar con la tarea o ver una película—miro mis pies ruborizada, escucho una risa de su parte y besa mi mejilla

—Te vez adorable así, me dan ganas de comerte las mejillas cuando te comportas así—aprieto las manos y siento mis mejillas aún mas ardientes después de su declaración—Me quedó—dice y baja del auto, mi corazón late con fuerza porque estaremos juntos un rato más, abre mi puerta y me extiende su mano, no puedo evitar reírme

—¿Te gustaría pizza?—me siento tonta por no saber que pedir, Jos asiente con una sonrisa haciéndome sentir segura—¿Mexicana o Peperoni?

—La que prefieras—besa mi sien y se sienta en un banco de la isla, marcó el número y ordenó ambas

—Mientras avancemos con la tarea ¿Quieres?—tomo lugar entre sus piernas y enredo mis manos en su cuello, el aprisiona mi cintura y me atrae a su cuerpo, muerde su labio mientras me barre no tan disimuladamente. ¡Dios mío! Voy a derretirme si sigue viéndome de esa manera, mis piernas tiemblan y los pelitos de mi cuello se erizan

—¡Vamos a hacer tarea!—me separo muy rápido causando una risita de su parte

Subimos a mi habitación, tomo asiento frente a mi laptop y comienzo la búsqueda

Mi hermanastro y yo. (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora