Hola, soy Melody. Tengo 25 años y soy madre de un hermoso niño de 3 años llamado Ian. Es un pequeño lleno de vida y alegría, su risa ilumina mis d,ías y me da fuerzas para seguir adelante. Soy una mujer alta, de cabello negro y piel clara, pero lo que realmente me define es mi determinación para superar cualquier obstáculo que se interponga en mi camino.
Hace poco, tomé la difícil decisión de separarme del hombre que creí sería el amor de mi vida. Durante años, conviví con alguien por quien habría dado todo, solo para descubrir que mi sacrificio no era suficiente. Cada día, sus gritos y acusaciones me hacían sentir pequeña, insegura y perdida.
"Melody, no tienes idea de cómo ser una buena esposa. Mira cómo te ves, ¡eres un desastre!", me gritaba cada mañana, sus palabras penetrando mi alma como dagas.
"Lo siento, haré lo posible por mejorar", respondía con voz tembloro sa, aunque por dentro sabía que nunca sería suficiente para él.
Perdoné una infidelidad, con la esperanza de que las cosas mejorarían, pero su justificación fue devastadora: según él, todo era culpa mía por no ser más femenina, por no arreglarme con más frecuencia, o por no cumplir con sus fantasías sexuales. ¿Cómo podría sentir pasión por alguien
que me destruía cada mañana con sus palabras hirientes?"Si tan solo te esforzaras más en complacerme, no habría tenido que buscar a alguien más", me dijo una vez, su frialdad cortándome como un cuchillo.
Vivir así fue un infierno, pero ahora estoy decidida a cambiar mi vida. Estoy dispuesta a luchar por Ian, por mi empresa, y por mí misma. Sé que el camino no será fácil, y que enfrentaré muchas pruebas, pero también sé que soy fuerte y capaz.
El día que dejé atrás ese capítulo de mi vida, sentí una mezcla de miedo y alivio. Miedo por lo desconocido, pero alivio por liberarme de una relación tóxica que me estaba consumiendo. En ese momento, hice una promesa: nunca más permitiré que alguien me haga sentir menos de lo que soy.
-Vamos, Ian, vamos a explorar el parque hoy", le dije una mañana, mientras lo ayudaba a ponerse su chaqueta.
-Sí, mami! ¡Vamos a jugar!", respondió con entusiasmo, sus ojos brillando de emoción.
Mientras conducía a Ian al parque, sus ojos brillaban de emoción y su risa contagiosa llenaba el aire. En ese instante, supe que todo lo que estaba haciendo era por él y por nuestro futuro.
Al llegar al parque, Ian corrió hacia los columpios mientras yo me sentaba en un banco cercano, observando cómo su risa llenaba el aire. Sentí una oleada de esperanza y determinación.
-Mira, mamá, estoy volando!", gritó Ian desde el columpio, con una sonrisa de oreja a oreja.
-Sí, mi amor, ¡estás volando muy alto!", le respondí, sintiendo que, al igual que él, yo también estaba comenzando a elevarme por encima de los obstáculos que la vida me había puesto.
Terminamos de jugar en el parque pues mi deseo era que mi hijo supiera que aunque su papá no estaba con el, tenía a mamá para él y que nada tenía por que cambiar.
Al llegar a casa hice cena para ambos, mientras Ian veía la televisión un momento.
Me puse manos a la obra y comencé a hacer pizzas caseras para ambos pues era la comida favorita de mi pequeño.-Ian ven a comer, le dije mientras le servía sus pizzas en la mesa
-que rico pizza de quesooooo!!!! Grito mi pequeño mientras veía sus pizzas
-mami por que papi no está en casa lo extraño mucho, me dijo mi pequeño mientras agarraba su pizza y le daba una mordida a su
Estos momentos son los que me rompen el corazón y por la razón que aguantaba todo ya que no quería que mi pequeño se sintiera mal, pero que alguien me explique cómo podía volver a perdonar otra infidelidad en que momento eso era posible.
-Ian, a veces, las mamás y los papás deciden que es mejor vivir separados", comencé, acariciando suavemente su cabello. "Eso no significa que no te amemos. Papá y yo te queremos muchísimo, y siempre vamos a estar aquí para ti."
-¿Pero por qué no puede vivir con nosotros?", insistió, su voz pequeña y llena de confusión.
-Papá y yo tenemos algunas diferencias que no pudimos resolver, y por eso pensamos que lo mejor es que cada uno viva en su propia casa. De esta manera, podemos ser mejores padres para ti. Queremos que seas feliz y que crezcas rodeado de amor y tranquilidad."
Ian parecía procesar mis palabras, su pequeña frente fruncida en concentración. "¿Entonces papá todavía me quiere?"
-Sí, mi amor, papá te quiere muchísimo. Nada de esto es tu culpa. Tú eres lo más importante para nosotros, y aunque papá y yo ya no estemos juntos, siempre serás nuestro niño especial."
-¿Y tú también me quieres mucho, mamá?", preguntó, aunque la respuesta ya la sabía.
-Te quiero más de lo que las palabras pueden expresar, Ian. Eres mi luz, mi alegría, y siempre estaré aquí para cuidarte y amarte."
Lo abracé con fuerza, sintiendo su pequeño cuerpo relajarse en mis brazos. Ian apoyó la cabeza en mi hombro, susurrando, "Te quiero, mamá."
-Yo también te quiero, Ian. Más que nada en el mundo."
Terminamos de cenar y empecé la rutina de Ian para que pudiera dormir
Acosté a el pequeño Ian y me serví una copa de vino mientras salía al balcón para ver la vista y poder pensar un momento, por que claro que todo este proceso era duro.
No sabía lo que el destino me tenía preparado, pero estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera. Y quién sabe, tal vez en este nuevo camino, encuentre el verdadero amor que siempre he soñado.
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Luchando por tu amor
Teen FictionEsta es la historia de una joven mujer que busca alejarse del hombre que alguna vez creyó ser el amor de su vida. Mientras lucha por sacar adelante su empresa y cuidar a su hijo, el destino le presenta un nuevo amor. Sin embargo, para que este amor...