ＰＡＴＡＮᯓ★ 𝐀𝐫𝐚𝐭𝐚𝐤𝐚 𝐑𝐞𝐢𝐠𝐞𝐧 𝐱 𝐨𝐜

4-los mejores momentos

Reigen y Hikari regresaban a la oficina después de un trabajo de exorcismo

Estaban esperando a que el semáforo se pusiera en rojo para poder cruzar la calle, cuando un aroma llegó a las fosas nasales de ambos adultos

—que asco— comenzaron a caminar de nuevo y la mujer con sus poderes apagó el cigarro de la persona que odias cruzaba la calle cerca de ellos, Reigen la miro sorprendido

El hombre del cigarro solo vio fastidio como su cigarro mágicamente se apagaba y se arrugaba en el piso

—tú...— llegaron a la otra calle y se alejaron del hombre

—el olor a cigarro de la náuseas, es repugnante— soltó con verdadero desprecio, nunca la había de tal forma, ni siquiera con él

—a-ah, si... estoy de acuerdo— dijo ocultando la cajetilla de cigarros que Justo compró en la tienda a la que pasaron para hacer el exorcismo

—no mientas, no creas que no te vi— esto lo puso nervioso— sabes... el humo del cigarro afecta más a las personas que están al rededor que a la persona que fuma... —le dijo en una tonada fría y comenzó a subir las escaleras del edificio, dejó a Reigen solo pensando —se que no lo haces diario, pero deberías dejarlo de una vez

Era un hábito que tenía desde joven, no sabía porque comenzó a hacerlo en primer lugar... jamás había tenido la necesidad de dejarlo, solo era un pequeño gusto, pero ahora...

—bueno, ya no está cerca— saco un cigarro y lo encendió, tampoco sabía porque estaba haciendo esto Justo ahora, tal ves le quería llevar la contraria o simplemente no hacer caso, como si fuera un adolescente

De pronto se encontraba cuestionando demasiado su acto, era infantil y tonto tal vez... soltó una pequeña risa, considerando apagarlo y tirarlo... <¿por que lo que ella piensa me afecta e importa tanto? ¿Por qué le hago caso? >

Pensó y miro el edificio, la luz de su oficina estaba encendida, lo estaba esperando

—tks, por que me haces sentir tan culpable?! Solo es uno, no he hecho en mucho tiempo desde que... estoy contigo y Mob

Se quedó callado un momento, pero seguía fumando <acaso se preocupa por mi?> por alguna razón eso lo enternecía de más

—¿que haces maestro?— el pequeño Mob hizo acto de aparición, acaba de salir de la escuela y lo primero que hizo fue ir directo con sus maestros

—ay! Mob que susto— es inmediato tiro el cigarro y lo aplasto, cosa que no fue vista por Mob

<demonios, no quiero que me vea e imite mis malos hábitos> pensó levemente asustado, sabía aquel dato que le dijo la albina, también sabía que los niños imitan lo que ven u más si se trata de sus figuras de autoridad y ejemplos a seguir, en el fondo deseaba ser aquello para Mob, por eso no fumaba cuando estaba con ellos -lo cual era muy poco habitual, ya era costumbre que estuvieran cerca siempre, y a él no le molestaba-, Reigen esperaba mantener en secreto su mala costumbre, pero a Hikari no se le escapa nada.