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"Un final y un nuevo comienzo"
⚠︎︎ Contiene contexto de la temporada 2, específicamente en la parte de Jericho.

"Un final y un nuevo comienzo" ⚠︎︎ Contiene contexto de la temporada 2, específicamente en la parte de Jericho

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Esta vez, Margaret no entendía a Dick Grayson. Eran los más unidos y ella sabía lo que él quería: justicia. Eso es lo que buscaba y, en parte, sabía que el se sentía culpable por lo que había pasado. Sin embargo, acercarse a Jericho solo para llegar a Deathstroke no le parecía adecuado, simplemente no quería que nadie saliera herido o traicionado. Aunque su amistad no tenía años, eso no definía lo mucho que quería a Jericho. Se conocían desde hace meses gracias a esa disquería.

—¿En serio tienes que hacer esto? —preguntó Margaret, frustrada—. Jericho es una buena persona y nunca mencionó nada sobre su padre.

—No me importa, Mar —respondió Dick con firmeza—. Tú y él no son cercanos, apenas lo conoces. Tengo que ir hasta el fondo.

Era cierto que su amistad dependía de verse en la tienda o, con suerte, en el parque más cercano, pero eso no interfería en cómo se llevaban. Se confiaban secretos, aunque Margaret todavía no se atrevía a decirle quién era realmente ni qué hacía; tenía miedo de ser juzgada, aunque sabía que el chico no haría eso. No quería que sus amigos se le acercaran solo para llegar a la persona que mató a Garth.

—Lo sé, Dick, pero no quiero que esto termine mal —suspiró Margaret, ya harta de discutir lo mismo con él durante tres días seguidos.

—La decisión ya está tomada, Troy. Son cuatro votos contra uno, todos queremos justicia.

—Bien, pero conmigo no cuenten —dijo ella con firmeza—. Yo también quiero justicia, Grayson, pero no de esta manera.

Odiaba que en momentos serios le llamaran por su apellido. Odiaba no tener voz en el grupo de mayores, pero esta vez no quería ser parte de la decisión. Al final, decidió irse a su cuarto para estar sola y pensar. Estaba muy frustrada por todo lo que estaba pasando. Quería a los chicos, pero esta vez no quería perder a alguien más o que alguien se sintiera traicionado. Margaret se encerró en su cuarto, dejándose caer en la cama mientras el peso de la situación la consumía. No podía dejar de pensar en la mirada de enojo en los ojos de Dick. ¿Por qué no podían entender que había otras formas de buscar justicia? Se preguntaba si alguna vez verían las cosas desde su perspectiva.

...

La culpa la consumía, se sentía inútil por no lograr que sus amigos se alejaran del chico. Acababa de perder a alguien muy importante para ella, alguien a quien le había tomado mucho cariño en los últimos meses. Ni siquiera sabía bien cómo había muerto, pero tenía un mal sabor de boca. Tocaron la puerta de su habitación, devolviéndola a la realidad, justo lo que menos quería.

—¿Puedo pasar? —preguntó su hermana, Donna Troy—. Por favor, tenemos que hablar.

Solo pasaron unos segundos para que Margaret accediera.

—Puedes pasar —dijo, abriendo la puerta.

—Lo siento mucho, pequeña —dijo Donna mientras la abrazaba—. Siempre tuviste razón, Mar. No debimos hacer eso, nos cegamos por querer justicia.

—¿Ahora sí? —añadió Margaret, cansada de que no la tomaran en cuenta por ser la menor del grupo—. ¿Ahora sí, no? Donna, todo el tiempo les dije, les rogué para que no se acercaran a él.

Por impulso, Margaret fue a su armario y empezó a empacar un poco de ropa, quería irse, olvidar a los titanes. No quería estar con ellos, se sentía traicionada y quería empezar algo nuevo para llenar el vacío que sentía.

—Mar, ¿qué haces? —preguntó Donna, preocupada por perder a otra persona más—. Entiendo tu dolor, pero no tienes que llegar a esto.

—Lo siento, Donna, pero no quiero estar aquí.

—Mar, tú y yo podemos arreglar las cosas e irnos juntas, por favor —insistió Donna—. No quiero perderte, entramos juntas en esto y juntas tenemos que salir.

—No quiero estar con alguien que puso por delante a un chico solo porque se lo cogió. Sé que lo amabas y te apoyaba, pero ambas sabíamos que había otras maneras —suspiró Margaret—. Tuviste la oportunidad de decir que no, pero claro que no lo hiciste. Tal vez estoy siendo egoísta al pensar solo en mí.

La ira la consumía y no controlaba lo que decía. Finalmente, salió de su cuarto y llegó a la sala donde estaban todos.

—¿Mar? —dijo Dawn—. ¿Qué haces, pequeña?

Su forma de hablar llamó la atención de Hank y Dick.

—No, no puedes hacer esto, tenemos que acabar bien contigo.

—¿En serio? ¿En serio quieren acabar bien conmigo? Les valí una mierda cuando les dije lo que pensaba. No quiero acabar bien con ustedes, quiero irme sin pensar en lo que sienten, nunca me tomaron en cuenta en nada.

Dicho esto, Margaret se dirigió al elevador. Al entrar, se dio cuenta de que era la última vez en esa torre, mientras se iba Margaret sintió un nudo en la garganta, los recuerdos de los momentos compartidos en la torre la inundaron. Las risas, los entrenamientos, las noches planeando misiones, todo parecía tan lejano ahora, sintiendo el peso de sus decisiones. No sabía qué le esperaba el futuro, pero tenía que encontrar su propio camino, lejos del dolor y la traición que había sentido. Caminó por la ciudad, dejando que sus pensamientos vagaran. No sabía a dónde iba, pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que tenía el control de su vida. Estaba decidida a no dejar que el pasado definiera su futuro.

𝘅𝗼𝘅𝗼, 𝗿𝗲𝗱𝗯𝗵𝗿𝘆 🫧

──   LOVE OF VILLAINS   ‣ jason toddDonde viven las historias. Descúbrelo ahora