𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆

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Se abrió la puerta, no era muy noche para que Tanjiro siguiera en cama así que a Rengoku le dio sorpresa al encontrarse a su novio despierto.

-¡Amor!-corrió hacia su novio para tomarlo por la cintura y besarlo-¿Que haces despierto a estas horas?-dijo mirándolo a los ojos, analizando lo bello que era y agradeciendo la fortuna de tenerlo con solo una simple mirada.

-Te estaba esperando, tonto-Dichas palabras lo abrazo aunque su voz estaba un poco somnolienta-. Y bien, ¿qué tal hoy?-dijo mientras mantenía su agarre.

-Bueno..sobre eso, hay buenas noticias.- hablo con su característica sonrisa, el chico de cabellos color llama posiciono a su novio en la mesa del comedor aún tomándolo por la cintura-. Tengen-San, ¿Recuerdas? Nos invito a una fiesta.

-Oh..espera. Sabes que ese tipo cada que hace una fiesta va medio mundo-. Lo miro directamente.

-Esta vez no medio mundo, si no..casi todo Tokyo y-..

-¿Cual es la diferencia? Definitivamente me he llevado muy malas experiencias en cada una de sus fiestas.- se cruzó de brazos al mismo tiempo que frunció el ceño.

-Así que..-se dirigió al oído del pelirrojo.-¿Cuando voy contigo, es una mala experiencia?-. Dicho esto mordió la oreja del menor sacándole un suspiro.

-N-no, ¡me refiero cuando me vomité encima de Inosuke! Entre otras cosas vergonzosas-. El sonrojo se apoderó de su rostro a lo que Kyojuro soltó una carcajada.

-Tranquilo, bonito. Esta vez te cuidare toda la noche-. Acto siguiente empezó a apretar a Tanjiro de la cintura para después plantar besos sobre sus labios rosas donde cada vez eran más profundos. Una hoguera entre ambos se empezó a prender y perdieron el control.

Parecemos conejos haciéndolo a cada momento- pensó Tanjiro.

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-¡Giyuu-san!-. Exclamaba una peli morada alegremente el nombre de su novio mientras se dirigía hacia el.

Giyuu rápidamente giró su silla de trabajo y extendió sus brazos para recibir a su pareja en un abrazo, sin cambiar la cara inexpresiva que siempre tenía. Shinobu lo abrazo como de costumbre mientras lo llenaba de besos y caricias.

-¡Adivina que, Tomioka-San!- se separó un poco de Giyuu para poder mirarlo a los ojos aún muy emocionada.

-¿Qué?- contestó inexpresivo.

-¡Uzui-san organizó otra fiesta a donde irá casi todo Tokyo! ¡Nosotros ni de broma podemos faltar!

Tomioka suspiró a lo alto mientras rodeaba los ojos, no era de fiestas ya que su poca falta de socializar lo arruinaba. Tenía amigos que lo animaban pero a él simplemente le daba flojera, el solo es un chico cuya "relajación" se basa en fumar y tener sexo a lo rudo.
Aunque, le agradece a Shinobu por que ella lo saca de su zona de confort aunque sea a mano dura.

𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆... | 𝑮𝒊𝒚𝒖𝒖𝑻𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora