Salgo de la empresa y me dirijo hacia el estacionamiento.
Al subirme a mi auto, un Mazda 3 híbrido y de color azul metálico, recibo un mensaje de Matheus, mi novio. Lo reviso y dice “Te espero mañana a las 6:00 Pm en el restaurante Délices argentins, tengo algo importante que decirte.”
Tengo 5 años de relación con Matheus y nuestra relación es muy normal, hablamos seguido, de vez en cuando salimos a comer o a pasear y respetamos nuestro horario laboral, ya que el de ambos es muy estricto.
Le respondo con un corazón rojo y con el siguiente mensaje “Claro que si amor, estoy muy emocionada por verte”.
El tener novio me disgusta, porque siento que me distrae de mis objetivos y metas. Solo estoy con Matheus por mi madre, ya que me quería ver estable y acompañada.
La verdad Matheus era una inútil y patán, ya que con el pasar de los años de nuestra relación me ha demostrado todo lo contrario, es super caballeroso, cariñoso y sobreodo atento. Pero mi instinto y mi corazón me dicen que solo es una fachada y él sigue siendo el mismo de siempre.
Cuando lo conocí se creía un dios con cada mujer en la ciudad en la que vivíamos y por otro lado era el peor estudiante en la escuela. Mi madre lo conoció por casualidad debido a una amiga suya y me lo presento, él actuó de la manera en la que menos esperaba, se comportó como todo un caballero.
Desde ahí tuve que hacerle creer a mi madre que él me gustaba para que pudiera estar tranquila de que no iba a ser una solterona toda la vida.
Aparte a él tuve convencerlo de que lo amaba y quería, porque sabía que mi madre le preguntaba acerca de cómo iba nuestra relación y como estaba yo.
Al llegar a mi apartamento dejo mis cosas en el recibidor y me cambio de zapatos por unos más cómodos.
Me siento en mi escritorio, abro mi laptop y empiezo a redactar el correo para los que quedaron seleccionados.
“Muy buenas noches, espero se encuentren bien.
El motivo de este correo es para informarles que quedaron seleccionados como pasantes en la empresa, ambos van a trabajar en mi equipo. Los espero a las siete en punto en mi oficina.
Posdata: en esta oficina, la única sangre que se derrama es la del café... ¡y a veces la tuya, si no llegas a tiempo!
Atentamente Lía Rosak, líder del equipo de ventas.”
Cierro mi laptop y me preparo un baño con burbujas y esencias en la tina para relajarme.
Salgo de la tina y apenas mi cuerpo toca la cama quedo profundamente dormida.
☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆Me despierto y veo que son las dos de la tarde, tengo el tiempo justo para prepárame y comer algo ligero.
Primero me preparo algo ligero para comer.
Después de eso empecé a arreglar me el pelo en unas pequeñas ondas, continué con el vestido largo que me llega a los tobillos, color crema con solo una abertura a la mitad de mi muslo izquierdo y con solo una manga hacia el lado derecho, este a su vez acompañado con unos tacones de cinco centímetros de color blanco.
El maquillaje fue un poco más sencillo, ya que lo base en colores marrones tanto oscuros como claros y con un delineado a base de sombras. Para el toque final elegí un labial mate rosado.
Miro el reloj que tengo en la pared de mi habitación y este marca las cinco y media, tomo mi bolso y un pequeño abrigo del mismo color que los tacones para conducir hacia el restaurante de Matheus.
Al llegar a Délices Argentins veo a Matheus en la entrada muy entretenido con el teléfono.
Me acerco lentamente a él y digo su nombre, pero parece no haberme oído. Lo vuelvo a llamar y procede a guardar su teléfono rápidamente.
-Hola mi amor. – dice con cierta alegría y se acerca para darme un beso en los labios.
- ¿A qué se debe tanta alegría? – digo con cierta curiosidad.
-Ya lo verás.
-Sabes que soy muy curiosa y no voy a dejarte en paz hasta descubrirlo.
Temo que sea lo que estoy pensando desde que me envió ese mensaje.
Matheus nos anuncia con el camarero que está en la entrada recibiendo a los clientes y este nos guía hacia nuestra mesa ubicada casi en la mitad del restaurante.
Tomamos asiento en nuestra mesa correspondiente y nos traen de inmediato el menú.
Después de tomar un tiempo para decidir que queremos comer, llamamos al mesero para que tome nuestra orden.
-Así que amor a que se debe esta cena- digo con una sonrisa ladina y con un tono un poco desesperado.
-Verás es algo que en estos últimos meses he estado pensando y es difícil saber si hacerlo o no sin tu opinión.
-Bueno adelante, te escucho.
-Lo que sucede es que hace un tiempo me ofrecieron un gran puesto en la compañía en la que estoy trabajando actualmente, así que la pregunta es ¿Quieres………? - Lo dice mientras se hinca en su rodilla derecha y saca una caja roja de terciopelo.
Mientras escucho que él está haciendo la pregunta, veo a el mesero acercarse con la champaña y a otros dos con un postre que en la mitad dice felicidades
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El reflejo escondido
RomanceLía Rosak es una chica desapercibida, procura ser una buena ciudadana y seguir las reglas de Slibrok, desviando las miradas para que no descubran su secreto. Aun asi, en un cambio de planes el destino le coloca de compañero de trabajo a Amos Begstoo...