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- ¡Primer día, Stiles! - gritó su padre abriendo la puerta de su habitación. El reloj marcaba las 8 y el cielo indicaba que ya había amanecido. Sin muchas ganas, el castaño se levanto adormilado, arrastrando los pies, se dirigió al baño y se lavó los dientes. Se vistió como siempre, todo su mochila y bajo las escaleras a paso rápido - ¿Cómo dormiste?

- Considerando el hecho de que anoche roncaste como nunca supongo que las dos horas de sueño que tuve estuvieron bien - dijo sonriendo, tomo una tostada y la mordió mientras tomaba las llaves de su jeep - soñé que una bomba nuclear caía aquí y que solo Derek y yo sobrevivíamos, nunca me había dolido tanto una paliza como la que me dio - su padre rió. Salió de casa corriendo, subió a su auto y condujo a la escuela. Estacionó junto a un lujoso auto negro. No fue mucho tiempo hasta que se encontraba caminando por los pasillos buscando alguien con quien hablar, pronto, alguien tropezó con él.

- Lo siento, Stiles - se disculpó el muchacho - no te ví...

- ¿Qué haré contigo? Sabes, me recuerdas mucho a mi primo... - dijo tranquilo, caminó junto a Liam a su casillero

- ¿También es de baja estatura? - preguntó ingenuo

- No, solo tu eres así de enano - se burló, su único amigo ahora era un niño de segundo año, eso si que era triste

- Muy gracioso, ya dime... ¿Es porque soy súper bien perecido? - una sonrisa de autosuficiencia se dibujo en su rostro

- No, su nombre tambien es Liam - volteó para caminar a su primera clase del año y, con su espectacular suerte, alguien más chocó con él. Esta vez no obtuvo una disculpa como esperaba, pero si un gruñido. El chico miró directamente a Stiles e hizo brillar sus ojos, un azul profundo se reflejo en ellos, Liam pudo oler claramente que tenía miedo, no Stiles sino el otro muchacho - oye no puedes andar haciendo eso en medio del pasillo - regañó. Notó que estaba respirando muy agitadamente, no podía controlarse, estaba a punto de convertirse.

- No me toques... - pidió con la voz temblando - ya se pasará... Solo creí... - parpadeó un par de veces antes de seguir hablando, retrajo sus garras - ¿Liam? - preguntó aun temblando - ¿Payne?

- Si, ese es mi primo. Este es solo Liam Azecas - dijo refiriéndose al pequeño a su lado - debes ser nuevo... Quiero decir nuevo en todo esto de los hombres lobos y eso

- ¿Conoces a Payne? ¿Esta aquí? - el chico parecía aterrorizado, miraba hacia todos lados y sus colmillos aun eran visibles. El timbre sonó, pero antes de que ninguno se moviera, una nueva voz se unió a la conversación

- Miren que me trajo el lobo... - rió el desconocido - el pequeño Stiles, su amiguito y... - los ojos del intruso se posaron en el chico nuevo y lo miró fijamente, como si lo estuviera inspeccionando, pero no era exactamente eso lo que hacia - Zayn... - el nombrado dió media vuelta para irse, mala idea. Tropezó con sus propios pies y cayó al suelo, logrando que los otros tres chicos rieran, él simplemente gruñó sacando nuevamente sus garras - cálmate, Malik, vete de aquí, ¡Ahora! - y como si esas palabras fueran irrefutables, el chico se marchó

- ¿Qué haces en Beacon Hills, Liam? - preguntó Stiles a su primo

- Tengo un asunto pendiente - la mirada de Payne estaba perdida en el pasillo por el cual Zayn se había ido.


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Bueno espero que a alguien le guste...

|Troubles| Ziam SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora