Cambio de cuerpos!? ♯Toll

II

—Yo te enseño como...

—No, te ves mejor sin maquillaje, además, ni cagando lo uso, eso lo hacen los gays y yo no soy gay

—Pues no me importa, usaras maquillaje porque es mi cuerpo. Eso me caracteriza! —Se quejó Bill viendo molesto a Tom.

—Pues fijate que hace rato llamó una chica solicitando a Tom Kaulitz en su cama pero tú dijiste que no, así que yo no usaré maquillaje— Se levantó de la silla en la que Bill lo puso para pintarlo y se fue al baño.

—¿¡A donde vas!?—Preguntó Bill asustado siguiendo a Tom.

—Callate, quiero mear.

—Pero, ¡es mi cuerpo!

—Oye, eres hombre, yo soy hombre, ambos tenemos pene hasta donde yo sé, tampoco me hace ilusión hacer pipi a traves de un cuerpo ageno...—Se quejó molesto cerrandole la puerta en la cara a Bill

Bill fue a su cuarto algo molesto por como lo trató, decidió pedir pizza al estar muerto de hambre, sólo había un problema, no encontraba su celular.

—Oye Tom, no has visto mi... —Tom estaba en su cuarto riendose mientras miraba el celular de Bill.

—Oye, que lindas fotitos de tu cuerpo pero, ¿no eres algo pequeño para andar tomandote fotos desnudo? —Dijo algo burlesco y a la vez juguetón.

—¿Por qué ves mi celular? —Preguntó asustado.

—Es que tu novio te escribió, dijo que te extraña mucho y que te quiere ver, yo creo que extraña tu polla pequeña. ¿Eres el pasivo de la relación?

—Callate estupido, ¿cómo entraste a mi celular?

—Bloqueo facial, genio...

Bill miró serio a Tom y salió de la habitación, rápidamente volvio a la habitación junto a una musica saliendo de su celular.

—Ten— Le lanzó su celular a Tom y este visualizó que el novio de Bill lo estaba llamando.

—¿Qué hago?

—Contestale, yo te diré lo que le vas a decir.

—¿Cómo se llama?

—Nick.

—Hola, bebé hermoso de mi vida, ¿que tal? Cómo te va? —Contestó Tom al atender la llamada, Bill se quiso matar.

—"Eh, ¿de cuando me hablas así? ¿Estás bien, amor?" —Respondió Nick al otro lado del celular.

—Claro que si, amor, por qué no lo estaría, es que aún no como... —Tom no se sentía comodo hablandole con cariño a una persona que no conocia de nada.

—"¿Y por qué no me gritas? Siempre me andas gritando cuando no comes, ¿quieres que te lleve algo de comer?"

—Eh, no, no, estoy bien.

—"Ah, no me digas que estás con Tom, ya te dije que ese no me cae bien, siempre te coquetea".

—Es que bueno, Bill es irresistible, ¿cómo no quererlo solo para mí? —Tom habló quejandose un poco y Bill lo miró con confución.

—"¿Qué?"

—Dije, tu novio está delicioso de pies a cabeza, si fuera por mí ya me lo hubiera comido, sordo.

—"Bill, tú eres extraño, mejor me llamas cuando se te pase el efecto de la droga..."

Y cortó Tom miró molesto la pantalla y le entregó el celular a Bill.

—¡Oye! ¡Ahora Nick jura que me fumé algo vencido! No eres buen amigo y, ¿que es eso de que estoy bueno?

—Me chupa la pija que tu novio piense o no que te drogas, y yo sólo dije la verdad, de puro respetuoso no me la he jalado en tu nombre o he tocado

—Ah... Siento que tú si te fumaste algo...

Tom se encogió de hombros y le restó importancia, caminó hacia la sala y buscó que comer.

—¿Y si pedimos pizza? Eso iba hacer pero ¡alguien revisaba mi celular! —Lo acusó cruzandose de brazos.

—¿Y si nos comemos entre los dos? Me gustas más tú para almorzar que una fea pizza...

—¡No! Callate, andas más hormonal de lo normal...

—¡Es tu cuerpo de bebé que aún no tiene controlada sus hormonas! —Tomó su celular y llamó al restaurante de pizza para pedir alguna de pepperoni.

Una hora después llegó la pizza y Bill se instaló a comer Tom comia depacio y Bill se atragantaba con un pedaso.

—Eh, calma, ¡la pizza no es polla para que te atragantes así!

—Tampoco es para tanto, estoy bien, además, tengo hambre...

—Sabés, creo que me falta sexo, ¿te dije que hace más de cinco días que no follo?

—¿Eso me importa? Que sepas que mi cuerpo no es de servicio comunitario para que zorras o perras lo anden usando.

—Entonces que lo use el dueño...

—...

—...

Se formó un silencio incómodo, Tom acababa de insinuarle tener relaciones? Bill creía que sí

—Qué...? —Se atrevió a hablar con el rostro serio y sonrojado.

—Nada... Olvidalo