capítulo 26

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El pulso de Orlando empezaba a acelerarse, la cercanía de victoria le pasaba factura, lo volvía muy inestable.

- es que ¿Que? Te pongo nervioso, es eso - sonríe triunfante soltando su saco y mordiendo coquetamente su labio inferior, alejándose a la distancia anterior.

No comprendo en lo más mínimo esa actitud, parece que supiera que es mi debilidad, parece saber que me encanta, ¿será capaz de besarme? ¿Seré capaz de hacerlo sin que me gane la emoción?
No la quiero ofender ni incomodar, pero que ojos más hermosos tiene, y esos labios tan carnosos, definitivamente me matan las ganas de probarlos.

Orlando se sumerge por unos segundos en sus pensamientos lo cual le permitió a victoria colocar una de sus manos en la parte interior de la pierna de Orlando, muy cerca de la rodilla.

No hagas eso victoria, no me vas a dar otra alternativa más que devorar tus labios.

- victoria, no juegues con fuego porque puedes - victoria interrumpe su frase colocando un dedo sobre los labios de Orlando.

- ¿me puedo quemar? ¿A eso te refieres? - sonríe triunfante y coqueta - no creo quemarme, ya que soy de fuego - dice viendo fijamente los labios de Orlando, lo cual lo desestabiliza y empieza a titubear.

- emm, ehh - parpadea tratando de concentrarse .

- no, eso no, nada de perder el control, ¿ok?

- ok - dice embobado, mientras victoria lo toma de las mejillas acariciando su cabello con los dedos.

- besame, y hazlo con todas las ganas de tu alma, porque se ve que lo quieres.

Orlando lo dudo por un momento pero después decidió ceder ante sus impulsos y la orden de victoria, deslizando sus dedos rápidamente entre su cabello, y acercando sus bocas, rodando sus labios.

Victoria más atrevida le toma una mano y la lleva hasta su muslo el cual Orlando apreta con devoción, ya sin poder aguantar mas la tentación unen sus bocas en un desenfrenado y apasionado beso, uno muy especial, lleno de caricias.

Victoria toma la otra mano de Orlando que aún sujeta su nuca y lo hace ponerla en su cintura, haciendo que esté la hale hacia el, ella lo toma de mentón con una mano y con la otra desordena su cabello entrelazando sus dedos en el, frena el beso un momento y le muerde el labio inferior tirando levemente de el.

A los pocos segundos Orlando reacciona y se da cuenta de lo que está pasando, apenado detiene el beso y rápidamente toma sus cosas.

- disculpa, lo lamento mucho, me tengo que ir, mil disculpas - sale disparado de la habitación y de la casa.

- ¿Es real? Lo que acaba de suceder es real, nos besamos, victoria y yo nos besamos, no lo puedo creer - susurra para si mismo tocandose los labios mientras se sienta en un mueble afuera de su casa - fue tal cual lo imaginé, tan tierno y rudo, tan especial, por lo menos para mí, tan delicioso, sus labios tan jugosos, son más ricos de lo que pensé.

Entro a su casa feliz, esa noche durmió soñando con ese beso, en lo especial que se sintió el tacto de sus labios contra los de victoria.

Dos semanas después

- ¿a qué se supone que entraste a mí habitación Esteban? - dice victoria cruzandose de brazos.

- a disculparme contigo, fui un estúpido al decirte esas cosas feas, no medi mis palabras que fueron puñales en tu corazón.

- ¿ya terminó tu exposición? ¿O se te olvidó algo? No puedo creer que vengas a pedirme disculpas falsamente, ¿fue Alicia la que te dijo que lo hicieras?

Alicia, Amor Y Obsesión ★las Cosas No Siempre Son Lo Que Parecen★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora