En los callejones nocturnos de Hongdae, el corazón bohemio de Seúl, un joven pasaba el mayor tiempo en ese callejon ya sea de dia o de noche, el siempre estaba en ese lugar aveces solo y aveces con sus amigos, tomando o fumando y aveces con una que...
Me estaba excitando cómo me estaba besando, pero era castigarlo y hacerlo sufrir no que me esté dando placer para que luego me esté rompiendo el culo en dos, no, no, para que se le quite andar de mujeriego sabiendo que tiene novio..
-Felix, ¿A dónde vas?-
Pude escuchar hablarme mientras me alejaba del callejón dejandolo como un perrito necesitado.
Llegué lo más rápido a mi casa y me fui a acostar pero una llamada en el celular me molestó..
Era el lindo de Hyunjin, el necesitado
-¿Que pasó mi amor?-
-¿Dónde mierda estás, carajo?-
-En mi casa, ¿Por qué?- sonreí
-Como es posible que se te hubiera ocurrido dejarme con una puta erección Lee Felix-
-Mi amor, tu empezaste..Tu fuiste el que estaba con otra restregandote el culo, yo solo te castigue Hwang-
-¡Pero no fue así! No quería ser malo con ella-
-Por esa razón te deje así cariño-
-Lee Felix, más quiero que cuando llegue a tu casa y no estés con el culo listo para mí, verás lo que soy capaz-
-¡Que miedo Hwang! Te espero- colgué
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-¡Mierda! Vas recio, carajo- le grite
-Ya cállate, ¿Si? Mi linda suegra te podrá escuchar-
Agarro mi cara y me beso, callando mis gemidos y mis gritos..
Bueno, que les cuento, desde que colgué la llamada agarre mi dildo y me estuve preparando hasta que llegara Hyunjin y me viera como gemía su nombre mientras me estaba dando placer; yo sé que eso le provocó más excitación
Mire hacia la puerta y pude ver a mi novio ya parado en la puerta con un gran bulto en sus pantalones y me mordí el labio inferior y fue la gota que derramó el vaso porque el necesitado de mi novio cerró con seguro la puerta y se abalanzó a mi sacándome sin previo aviso el dildo que tenía en mi entrada provocándome un gemido que callo con sus besos.
Me empezó a besar como un loco y yo que todavía ni había agarrado bien aire no podía continuar el beso y trataba de separarlo pero el no se movia, le daba leves golpes en el pecho para que parara hasta que por fin lo hizo y empece a agarrar el aire que pude, pero ese hombre estaba loco por metermela, que ni un minuto habia pasado y ya me la estaba metiendo a lo desgraciado.
Ahora sí estaba gimiendo como loco, el puso una mano en mi boca para que no gritara pero era inevitable; lo estaba haciendo tan bien, en como metía y sacaba su polla de mi entrada
Me estaba matando de placer..
-¡Ya Hyun! Vas demasiado duro- gemí
-Es tu castigo mi amor, ya no te quejes-
Agarro mi cintura firmemente y empezó a besarla, y yo gemía cada vez más..
Pasaron 2 horas, 7 corridas, 5 posiciones diferentes y por fin me dejó en paz descansando en mi cama mientras me limpiaba y tocaba levemente mi entrada haciendo que jadeara un poco..
-Hyun, basta me duele-
El me miró, me beso y se acostó al lado mío abrazándome y así termino el tremendo sexo que tuve con Hyun..
